Almunia no descarta un procedimiento de infracción contra Grecia por falsear sus cifras desde 2000
Si el caso español consiste en una "aclaración", el de Grecia ha acabado siendo un motivo "de gran preocupación", como reconocieron ayer Vanden Abeele y el comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, toda vez que Eurostat confirmó ayer definitiva y oficialmente que Atenas ha transmitido datos falsos sobre su contabilidad al menos desde 2000 (se incorporó a la zona euro en 2001) y que desde hace cuatro ejercicios incumple el Pacto de Estabilidad porque su déficit público ha superado siempre el 3% del PIB.
Las primeras alertas sobre Grecia ya las lanzó Eurostat en septiembre de 2002 y, en marzo del año pasado, la oficina estadística envió al país una comisión de técnicos. Las alertas ya fueron lanzadas en las últimas reuniones de los ministros de Finanzas de la UE y ayer fueron ratificadas por Eurostat. Grecia tuvo en 2000 un déficit del 4,1% (no de 2%, como había dicho); del 3,7% en los años anteriores (no del 1,4%, como comunicó) y del 4,6% el año pasado (no del 1,7%).
Almunia declaró ayer que no descarta lanzar un procedimiento de infracción contra Grecia por haber incumplido las normas vigentes en la UE desde 1999 sobre la metodología para la transmisión de los datos presupuestarios de cada país. No es ni mucho menos un caso único: Portugal y Francia, en ambos países después de las elecciones generales últimas, e Italia sufrieron revisiones que afearon sus cuentas de resultados estatales.
En el caso griego, se da el agravante de que, si también edulcoró sus cifras en los tres años anteriores a su entrada en la zona euro, muy probablemente incumplía entonces las condiciones para incorporarse a la moneda única, porque se le exigía, como a todos, tener un déficit público inferior al 3% del PIB. Sin embargo, hasta julio pasado, una vez aclarado el desaguisado, no se le abrió un expediente por déficit excesivo.
Irregularidades
Ese embellecimiento de las cuentas griegas se debió, como ayer explicó Eurostat, a estas irregularidades: cálculos erróneos de los ingresos por el IVA; estimaciones equivocadas de fondos europeos a recibir; transacción del Estado a la caja postal de ahorro de una cantidad no contabilizada; gastos militares no computados entre 2000 y 2003; sobreestimación de ingresos de la Seguridad Social entre 2001 y 2003... Los datos sobre la deuda pública (109% el año pasado) también fueron edulcorados. Vanden Abeele se quejó ayer de que Eurostat, con una plantilla total de 680 personas, no dispone de medios adecuados (sólo una veintena de técnicos) para efectuar comprobaciones e investigaciones en los Estados. El día anterior, en la Eurocámara, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), el francés Jean-Claude Trichet, se refirió al caso griego y abogó por un órgano independiente para ejercer auditorías en los Estados.
El director general de Eurostat presentó ayer la segunda notificación anual sobre el balance presupuestario en la eurozona y en la UE en 2003. El deterioro fue patente con respecto al año anterior. El déficit público en la eurozona pasó del 2,4% al 2,7% y, la deuda pública, del 69,4% al 70,7%. Once países de la UE incumplían a finales de 2003 el Pacto de Estabilidad.
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