El almacén del hospital de Orihuela carecía de detectores de fuego, contra lo que dijo Rambla

El director general de Asistencia Sanitaria de la Consejería de Sanidad, Melchor Hoyos, admitió ayer que el almacén en el que se inició el incendio del hospital de Orihuela hace dos semanas carecía de sistemas de detección de fuego o humo. Hoyos apuntó que este "aspecto a mejorar" se detectó en 2001, pero se consideró una carencia del plan de seguridad no prioritaria, por lo que aún no se había resuelto. El consejero Vicente Rambla señaló días después del suceso que los sistemas de alarma y antiincendios "funcionaron correctamente". El centro aún no funciona al 100%.

Los hospitales valencianos cuentan con planes de autoprotección contra emergencias en los que se definen los sistemas de seguridad. Una revisión del plan, en 2001, detectó problemas en algunas áreas del hospital. Entre estos "aspectos a mejorar", como se refirió ayer Melchor Hoyos a estos vacíos, se encontraba la ausencia de detectores de incendios en el almacén, situado en el sótano. El director general de Asistencia Sanitaria de la Consejería de Sanidad, que ayer acudió a la reunión del consejo de salud de la comarca para explicar los motivos del incendio del pasado día 9, comentó que esta carencia no estaba considerada en el plan de autoprotección ni prioritaria ni de alto riesgo, sino una recomendación más "de las 15 o 16 acciones que se han ido acometiendo poco a poco", informa Efe. "Por desgracia, la casualidad quiso que se incendiara ese almacén cuando todavía no le había tocado el turno de actuación", manifestó Hoyos. Ante esta situación, el director general señaló que se practicará una revisión del plan de autoprotección y que se llevarán a cabo lo antes posible las recomendaciones pendientes de acometer. Dos días después del incendio, el consejero de Sanidad, Vicente Rambla, destacó que los sistemas de alarma y antiincendios "funcionaron correctamente". Ayer, Hoyos dijo que las alarmas -en las salas que sí están instaladas- se dispararon a las 7.53.

En el encuentro, el responsable de la consejería manifestó que su departamento carece aún de los informes oficiales de la policía judicial sobre las causas del siniestro y que, de momento, la consejería considera que el origen del incendio fue un cortocircuito. Dos semanas después, aún queda parte de una planta y un quirófano sin abrir.

Ante estas explicaciones, los representantes sindicales del hospital reclamaron que se depuren responsabilidades en forma de dimisión del director del centro, Ramón Navarro, y las autoridades sanitarias implicadas, entre las que incluyeron al consejero.

El representante de CC OO en el hospital, Salvador Giner, destacó la "importante negligencia" de que ni en el almacén, ni en los talleres o en otras dependencias del sótano hubiera medidas antiincendio, cuando se trata de "zonas de alto riesgo". Al carecer de sistemas de alarma en esas salas, señaló, sólo cuando el incendio se extendió saltaron los detectores del sistema eléctrico y los sensores de humo de otras plantas, que activaron las alarmas, lo que complicó su extinción.

El delegado de UGT, Santiago Fernández Guillamón también responsabilizó directamente a la consejería del suceso que, a su entender, "pudo tener consecuencias mayores" de haberse producido en la madrugada, cuando el desalojo hubiera sido mucho más complejo. Guillamón censuró que Sanidad hable del cortocircuito como causa del incendio, "cuando esa posibilidad ya estaba prácticamente descartada por la Jefatura de Bomberos", por lo que indicó que "la junta del Consejo de Salud no ha aportado nada nuevo en esta reunión".