Los líderes europeos elevan sus advertencias a Turquía ante la visita de Erdogan a Bruselas
La UE exige a Ankara que elimine la penalización del adulterio de su Código Penal
A sólo unas horas de la visita que el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, realizará mañana al Parlamento y a la Comisión Europea, líderes europeos de diversas tendencias elevaron ayer el tono de sus advertencias a Turquía para que realice cuanto antes una reforma del Código Penal acorde con los valores europeos si pretende iniciar las negociaciones de adhesión a la UE. Así lo aclararon ayer el presidente del Parlamento Europeo, José Borrell; el comisario de la ampliación, Gunter Verheugen, y el líder de los socialistas en la Eurocámara, el alemán Martin Schultz.
Invitado por Borrell, Erdogan llega mañana a Bruselas para reunirse con los líderes de los grupos parlamentarios sólo dos semanas antes de que la Comisión Europea emita el día 6 su informe para decir si Turquía cumple o no los requisitos políticos y económicos para iniciar las negociaciones de adhesión. El contencioso sobre el Código Penal ha enfrentado a Bruselas y Ankara porque las autoridades turcas intentaron la pasada semana incluir el adulterio como delito castigado con pena de prisión.
Ante las instantáneas protestas de la Comisión, Ankara postergó el debate parlamentario y el propio Erdogan acusó a Bruselas de inmiscuirse en "asuntos internos". "Sí es de nuestra incumbencia", protestó ayer Borrell, quien calificó de "desafortunado" el comentario del primer ministro turco. "Las reformas deben abolir la tortura, abordar la lamentable práctica de los asesinatos de honor y reforzar los derechos de la mujer", afirmó el socialista Schultz. "La propuesta de penalizar el adulterio es totalmente inaceptable".
Críticas de Barroso
También el próximo presidente de la Comisión, el portugués Jose Durão Barroso, partidario del ingreso de Turquía cuando cumpla todas las condiciones, ha declarado a Le Monde que no hay "ninguna concesión posible" sobre el Código Penal y que "es Turquía la que debe adaptarse a las normas de la UE y no al revés", por lo que "no se trata de una injerencia". Preguntado si Turquía cumple hoy las condiciones, Barroso coincide con todos los dirigentes europeos en que faltan más reformas. "Aún no", comenta; "ha hecho grandes progresos, lo reconocemos, pero en este mismo momento aún no cumple todos los criterios".
Borrell reconoce que la posible entrada de Turquía en la UE levanta pasiones de apoyo y rechazo, por lo que es partidario de un profundo debate en la Eurocámara. "Europa es el encuentro de una geografía con unos valores", comenta al respecto, tras recordar que Turquía es un país "musulmán pero laico". "La religión es distinta, pero los valores pueden ser los mismos". Para el presidente de la Eurocámara, "la UE no se reduce a la Europa carolingia construida en torno a las catedrales y las cruzadas".
"Soy partidario del ingreso de Turquía, pero no a cualquier precio", afirma el socialista Schultz. "Si Turquía quiere entrar en la UE, tiene que apoyar los valores europeos y continuar por el camino de las reformas positivas".
Erdogan verá también, aunque no estaba incluido en el programa inicial, al comisario Verheugen. Fue éste quien convocó a toda prisa el sábado pasado al embajador turco ante la UE, Oguz Demiralp, para exigirle explicaciones sobre el contencioso del adulterio. "Estamos seguros de que
recibiremos esas explicaciones", comentó ayer el portavoz del comisario de la ampliación. Erdogan no ha querido precisar hasta ahora si promoverá de nuevo la penalización del adulterio.
Entretanto, el comisario de Agricultura, el austriaco Franz Fischler, uno de los más acérrimos enemigos de la entrada de Turquía en la UE, enumeró ayer en la Eurocámara los graves trastornos económicos que, en su opinión, traería esa hipótesis para la Política Agrícola Común (PAC). Costaría, dice, unos 11.300 millones de euros.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.