Yukos reduce sus ventas de crudo a China al no poder pagar el transporte

La petrolera rusa Yukos suspendió ayer parte de sus exportaciones a China por falta de fondos para pagar las tarifas de transporte ferroviario, de forma que quedan reducidas a un tercio sobre el volumen actual. Yukos ha dejado de vender a la Compañía Nacional de Petróleo de China (CNPC). Yukos exportaba a esta compañía 100.000 barriles de petróleo diarios (menos del 2% del total de lo que importa China). También suministra otros 50.000 barriles diarios a la otra compañía estatal china Sinopec, exportaciones estas que no se verán afectadas por la reducción anunciada.

La razón de esta diferenciación es económica. El bombeo del crudo desde Angarsk a Zabaikalsk (1.500 kilómetros) -por donde va el combustible destinado a la CNPC- cuesta 60 dólares por tonelada, mientras que a Naushi (700 kilómetros) -por donde pasa el que va a Sinopec- sale a la mitad. Si a ello se agrega que a partir de octubre los aranceles a las exportaciones de crudo aumentan de 65 dólares por tonelada a 87, queda claro que el transporte por Zabaikalsk pierde interés económico para Yukos.

El recorte de las exportaciones de Yukos a China se enmarca dentro de las decisiones que la compañía va tomando a medida que se estrecha el cerco del Gobierno ruso sobre los fondos de la compañía, para cobrar los 2.800 millones de euros que le reclama por deudas fiscales. Yukos ha informado que se ha visto obligada a tomar esta decisión ante la imposibilidad de pagar las tarifas ferroviarias para enviar el crudo a China y que, si sus fondos siguen congelados, la reducción de las ventas irá a más.

La medida entrará en vigor el próximo martes y durará como mínimo hasta final de año. La mayoría de los observadores cree que es un intento por presionar al Gobierno para que levante, al menos parcialmente, el embargo de las cuentas de la petrolera en vísperas de la visita a Moscú del primer ministro chino Wen Jiabao, que mantendrá conversaciones con su homólogo ruso, Mijaíl Fradkov. El mercado petrolero reaccionó con cierta indiferencia. El barril de crudo brent en Londres se elevó poco más de 50 centavos de dólar, hasta rozar los 43.