Camacho elige a su sucesor y se va

El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, aceptó ayer la dimisión de José Antonio Camacho como entrenador. Lo hizo después de que el técnico se declarase incapaz de mejorar el rendimiento del equipo con su trabajo. En el mismo acto público, Florentino Pérez despidió a Camacho y anunció el nombramiento de Mariano García Remón, el hasta ayer ayudante de campo de Camacho, como nuevo entrenador. Sorprendentemente, aunque Camacho declarase que su trabajo no servía, Florentino Pérez propuso la ventaja de una "continuidad" en García Remón, que a su vez aseguró que para él se trataba de "un día triste" porque "el trabajo" de Camacho había sido "muy bien realizado".

Florentino Pérez entró pálido a la precaria sala de prensa del estadio Bernabéu para anunciar un cambio de técnico que pasará a la historia por inaudito. Dos derrotas y cuatro meses después de despedir al anterior técnico, el presidente acudió ante la prensa con Camacho, que le acababa de presentar su dimisión, García Remón, el sucesor propuesto por el propio Camacho, y Emilio Butragueño, rígido como una esfinge. Iluminados los cuatro por una luz deficiente, Pérez, Camacho y García anunciaron públicamente sus nombramientos y sus decisiones irrevocables sin admitir que la multitud de periodistas preguntase nada. El único que no habló fue Butragueño, que se fue como llegó, sin dejar constancia del por qué de su presencia.

García Remón: "Que nadie espere una revolución, no hay motivo para ello; el trabajo de Camacho ha sido muy bueno"

Florentino Pérez: "El nuevo técnico asegura la continuidad, es un profesional reconocido en el que ya pensamos cuando vino Queiroz"

El club tilda de "madridismo" la renuncia del entrenador murciano, que da el testigo a García Remón y seguirá vinculado al Madrid

Florentino Pérez tomó la palabra procurando dar sensación de normalidad. "La junta directiva del Real Madrid ha acordado lo siguiente: aceptar la dimisión de Camacho como entrenador del primer equipo, aunque seguirá ligado a nuestro club en el área deportiva

[de momento descansará un tiempo en Estados Unidos]. Asimismo ha decidido depositar la confianza en Mariano García Remón, lo que asegurará la continuidad del trabajo realizado". "Los grandes clubes", concluyó el presidente; "deben reaccionar con normalidad ante las dificultades".

Luego habló Camacho, que se autoproclamó inútil para la labor que tenía entre manos. "Creo", dijo; "que este año la junta, el presidente y la afición confiaron en que yo fuera el entrenador". El técnico hizo una pausa antes de rematar la idea: "Pero creo que el rendimiento del equipo no es el adecuado, y estando yo ese rendimiento no mejorará. Veo que esta proyección no se puede mejorar y yo no me veo capaz de cambiarla. Para evitar una crisis mayor lo mejor es que deje el equipo. Veo que a este equipo no le voy a sacar rendimiento. Podría especular y seguir hasta final de temporada pero no quiero. Quiero que el Real Madrid sea un equipo campeón".

Una vez que el técnico saliente dio sus razones, tomó la palabra el entrante. García Remón, que tendrá de segundo a García Hernández, declaró que sólo tomaba el cargo por dos "circunstancias" que se habían sucedido en un orden imprescindible para él: "Porque Camacho me lo pidió y porque Florentino Pérez me lo pidió". Además, García Remón opinó que lo que Camacho entendía como trabajo infructuoso era en realidad un trabajo muy bueno -no por nada lo hacían juntos-. "Para mí", dijo el sucesor, "hoy es un día triste porque termina el trabajo de una persona. Un trabajo muy bien realizado que no se ha visto recompensado". En Real Madrid TV, agregó: "Que nadie espere una revolución, no hay motivo para ello".

Así terminó el extraño ciclo de Camacho en el Madrid. Con un breve mensaje presidencial, tal y como empezó, hace cuatro meses, cuando Florentino Pérez anunció la contratación del entrenador murciano como una necesidad para imponer disciplina y sacar al equipo del "bloqueo mental". Entonces, el presidente dijo que llamaba a Camacho amparado en la siguiente impresión: "Se ha ido apoderando una especie de desorden colectivo [del equipo]. Queríamos un entrenador con autoridad. Y Camacho no sólo tiene autoridad, además tiene autoridad moral para ejercerla". Después de 117 días de ejercicio, Camacho se ha visto rodeado de jugadores que le desautorizaban y directivos más próximos a la plantilla.

En sendas entrevistas a Radio Marca y la SER, Florentino Pérez aseguró que García Remón "estará toda la temporada y muchos años más [en el banquillo]". El presidente apuntó que "en su momento" García Remón "se barajó cuando fichamos a Queiroz". Respecto a la función que prometió a Camacho en el área deportiva, Pérez aclaró que eso se resolverá "el año que viene".

Sobre los motivos que impulsaron a Camacho a renunciar, Pérez dio argumentos llamativos: "Le vi un poco triste después de Leverkusen. Yo le dije: 'Camacho, esta plantilla va poco a poco; otros años hemos sido antepenúltimos en esta época'. (...) Una plantilla de tanto talento es difícil de administrar y nunca en la historia ha habido una acumulación de tantos jugadores de talento. (...) Ya se sabe cómo es Camacho: si no le salen las cosas como las tiene programadas le produce un shock". Para el presidente, en definitiva, la renuncia de Camacho ha sido "un acto de madridismo".