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Reportaje:

La prostituta, su cliente y la hija que nunca existió

Absuelta de estafa una meretriz que recibió más de 11.000 euros de su amigo

Ante la duda, absolución. Eso es lo que le ha ocurrido a una mujer colombiana, prostituta de profesión, L. M. C., a la que un cliente denunció por estafa cuando dejaron de mantener relaciones sexuales tras varios años.

Entre 1998 y 2002, él le ingresó más de 11.100 euros de manera voluntaria, pero en el juicio explicó que lo hizo porque la mujer le dijo que tenían una hija en común y que si no pagaba el dinero para su crianza y manutención se atuviera a las consecuencias. En síntesis, la Audiencia de Barcelona viene a decir que no se cree la versión de él, sino más bien la de la prostituta, quien declaró que cobró a cambio de los "servicios sexuales" prestados.

El tribunal opina que la declaración de la mujer es más "coherente" y recuerda que el hombre pagó sin realizar ninguna averiguación para comprobar si la niña era suya. Sobre todo, teniendo en cuenta la profesión de ella, recuerdan los jueces. Ni verificó si existía una partida de nacimiento, ni reclamó judicialmente la paternidad o un régimen de visitas. Por eso, la Audiencia recuerda que, como dijo el fiscal, aunque la mujer le hubiese engañado con el pretexto de una hija inexistente, no basta para condenarla por estafa e imponerle los siete años de cárcel que solicitaba la acusación particular.

Y la guinda del caso, dice el tribunal, es que en este tiempo la mujer le enseñó dos fotos de la supuesta niña -en una aparecía una menor rubia y en otra una muy morena- sin que él se inmutara.

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