Cuatro de cada diez profesores sólo saben dónde impartirán clase durante un año

Cuatro de cada diez profesores de la red pública no universitaria sólo saben dónde impartirán clase durante un curso y muchos de ellos se enteran la semana anterior a su comienzo, durante la adjudicación de las plazas vacantes. Este índice de provisionalidad, un 40%, impide la consolidación de equipos estables de profesorado en los centros educativos, ya que cada año los docentes van y vienen, sin tiempo efectivo para implicarse en la vida del colegio.

La provisionalidad ha ido en aumento cada curso. En la actualidad, 6.536 profesores de Infantil, Primaria y Secundaria tuvieron que acudir al proceso de adjudicación de plazas celebrado en julio, a finales de agosto y a comienzos de septiembre. Se trata de un proceso que determina el colegio al que deben acudir los docentes y las materias que tendrán que impartir. Estos 6.536 son profesores que forman parte de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT), es decir la plantilla estructural. Algunos de ellos son funcionarios de carrera cuyos puestos han sido suprimidos porque su asignatura ha perdido horas en el currículum, a los que se conoce también como desplazados, y otros son interinos con estabilidad (saben que seguirán en el sistema) o sin ella. A la RPT hay sumar los sustitutos hasta conformar una plantilla de funcionamiento real que supera los 20.000 docentes.

Comisiones Obreras, sindicato mayoritario entre el profesorado de la red pública, ha elaborado un informe en el que critica esta alta provisionalidad. En su estudio, especifica que de los profesores afectados por la provisionalidad 4.114 corresponden a la etapa de Primaria y 2.422 a Secundaria. El secretario de la Federación de Enseñanza de CC OO de Euskadi, Javier Nogales, atribuye la temporalidad a la ausencia de convocatorias de concursos de traslados, especialmente en Primaria. En Secundaria sí se celebró en junio un concurso.

La celebración de este concurso ha permitido al Departamento de Educación acomodar definitivamente a una parte de los docentes que aprobaron las últimas oposiciones, celebradas en julio del año pasado.

En su estudio, Comisiones Obreras alerta de las consecuencias tan negativas que acarrea la provisionalidad sobre el conjunto del sistema, como la falta de implicación del profesorado en la vida del centro. Javier Nogales lo resume así: "Si el departamento quiere proyectos educativos estables hacen falta plantillas estables, claustros estables, donde el personal tenga un futuro, un recorrido a largo plazo para comprometerse en el proyecto educativo del centro y en tareas de dirección. Los docentes que sólo están un año tienen un nivel de implicación diferente a un profesor que sabe que puede estar varios años y que se conciencia de que va a ser su centro definitivo".

Un problema añadido es que los docentes no conocen su destino hasta el proceso de adjudicación de las plazas a comienzos de curso. En el caso de Primaria, este trámite se celebró a finales del pasado mes de julio, pero en Secundaria comenzó a finales de agosto y siguió durante la primera semana de septiembre. CCOO considera que este proceso, que mantiene en vilo a miles de docentes hasta el último momento y que a menudo se convierte en una especie de mercado, se podría solventar con un sistema basado en el arreglo escolar. Así, las direcciones de los centros podrían enviar a finales de mayo un informe con sus necesidades de profesorado para el siguiente curso basado en los datos de la prematrícula. "Los profesores podrían irse de vacaciones sabiendo en qué centro y qué materia tendrán que impartir", apunta Nogales.

Entre sus propuestas, el informe de Comisiones plantea reducir la provisionalidad convocando concursos de traslados en los que se vuelquen la totalidad de las plazas vacantes existentes en el sistema y se inste a quienes prestan comisión de servicios en los centros de apoyo (como el programa Irale de euskaldunización o los de innovación pedagógica) de manera ininterrumpida a optar por una de las dos plazas que están ocupando. "Hay docentes en el Irale impartiendo clases a los profesores que quieren aprender euskera", pone como ejemplo Nogales. "Se trata de personal definitivo que ocupa dos plazas: en el programa Irale, en comisión de servicios, y en su centro. Llevamos más de 20 años de programa Irale. Por lo tanto, ese docente ya puede adoptar una decisión definitiva y liberar una plaza".

Junto a la provisionalidad, otro de los males del sistema educativo público es la alta interinidad, que afecta al 22% de los 16.282 docentes que integran la plantilla estructural. La única manera de reducir ese índice es convocando oposiciones. El departamento organizó una el año pasado a la que se presentaron más de 15.000 docentes, pero era la primera convocatoria en los últimos diez años. Esta ausencia de ofertas ha motivado el aumento ininterrumpido de la interinidad. Comisiones aboga por realizar otra OPE que la reduzca al 8%.