Rambla propone un pacto por el que Estado y autonomías aumenten los presupuestos sanitarios

Los números no salen. La sanidad pública arrastra una deuda de 600 millones de euros, según la consejería, y sólo el año pasado, se gastaron 475 millones más de los presupuestados. La mejora de la eficiencia del sistema no basta para tapar este agujero, a juicio del consejero de Sanidad, Vicente Rambla, por lo que reclama una revisión de los fondos que se obtienen por atender a turistas y población flotante e incluso el desarrollo del sistema de financiación vigente que comprometa al Estado y las propias autonomías a aportar más fondos. El PSPV coincide en la necesidad de reformar el sistema, "está en nuestro programa electoral" pero punta al PP como responsable de la situación.

Las cuentas de la sanidad valenciana hablan por sí mismas. La deuda que arrastra el sistema de salud público es de 600 millones de euros, según el consejero de sanidad, Vicente Rambla, "deuda de dos años y poco", puntualiza. La diferencia entre el presupuesto previsto para gestionar la sanidad en 2003 (3.272.274.130 euros) y el gastado finalmente (3.746.699.243,46) fue de 474.425.113,46 euros, de acuerdo con la cuenta general de la Generalitat Valenciana, lo que representa un 14,4% del presupuesto inicial. Las cifras van más lejos según las cuentas de Economía y Hacienda. El consejero Gerardo Camps apuntó la semana pasada que de los 971 millones de euros de déficit total de la Generalitat del año pasado, hasta 600 millones son atribuibles a Sanidad.

El gasto sanitario es el gran lastre de los números del gobierno valenciano, pero también del resto de autonomías. Sólo dos años después de recibir las competencias, la comunidad de Madrid ha acumulado pérdidas de 850 millones de euros. Los cálculos del gobierno catalán cifran la deuda entre 600 y 1.000 millones anuales.

¿Qué hacer ante este horizante? La consejería es consciente de que queda mucho que andar en la mejora de la eficiencia del sistema. Rambla señala que la apuesta por la competencia entre hospitales y la incentivación de los profesionales en función de la consecución de objetivos -aspectos que se pondrán en marcha el próximo año- serán esenciales a la hora de corregir el gasto, así como potenciar la dispensación de genéricos. Pero el ahorro que se pretende alcanzar con estas medidas será insuficiente para atender el gasto real. Como mucho, se reduciría el agujero hasta dejarlo en el listón de los 250 o 300 millones de euros, de acuerdo con los cálculos de la consejería.

Ante este escenario, Rambla reclama, por un lado, incrementar el dinero que la Generalitat recibe del fondo de cohesión. Este instrumento se arbitró como complemento del sistema de financiación alcanzado en 2001 para compensar el gasto sanitario a desplazados. Rambla sostiene que el coste que supone a la sanidad pública valenciana atender a los pacientes de otras comunidades autónomas y turistas es de 100 millones de euros, pero sólo recibe cuatro por este concepto, por lo que mantiene que debería crecer esta aportación. Sólo por extranjeros, en 2002 la Comunidad Valenciana obtuvo 349.286 euros frente a los 882.101 de Murcia, una comunidad con mmenor afluencia turística.

Pero además, existe otro problema. La base de población sobre la que se formuló el sistema de financiación de hace tres años -de la que se nutren las autonomías para sostener el gasto sanitario- se hizo sobre el último censo disponible, que contemplaba una población de unos 4 millones. El censo de enero de 2003 alcanza ya los 4,47 millones y existen 4,7 millones de tarjetas sanitarias -antiguas cartillas de la Seguridad Social- debido en buena parte a la afluencia de extranjeros, por lo que las estimaciones demográficas han quedado desfasadas. A ello se suma el incremento en tecnología y el envejecimiento de la población, que eleva aún más el gasto.

Para Rambla, la solución al déficit estructural de la Sanidad pasa por desarrollar el sistema de financiación de forma que se alcance un gran pacto por el que el Estado se compormeta a incrementar los fondos que destina a financiar las autonomías y éstas, al ser aportaciones no finalistas, se compormetan a incrementar el porcentaje que destinan a sufragar la asistencia sanitaria.

El partido sociualista ya ha ofrecido públicamente al PP su disposición a abordar el futuro de la financiación sanitaria mediante un acuerdo similar al alcanzado para abordar las pensiones con el Pacto de Toledo y el propio ministro de Economía, Pedro Solbes, definió este aspecto como "uno de los grandes retos dle futuro".

La diputada socialista de las Cortes valencianas María José Mendoza recuerda que la apuesta del PSOE por un pacto que aborde la cuestión no es nueva "pero no olvidemos que cuestiones como el decreto que regula el fondo de cohesión que ahora quiere modificar Ramnbla lo aprobó su partido".