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Reportaje:

El auge de la Bolsa limpia

El encarecimiento del petróleo y los compromisos de Kioto hacen atractivas las empresas de energías renovables

Las empresas dedicadas a las energías renovables están de enhorabuena. La crisis del petróleo que le ha llevado a cotizar a precios máximos históricos y los compromisos por reducir las emisiones contaminantes favorecen este tipo de negocios que, además, cuentan con una regulación a favor. Durante este año fondos y acciones de energías limpias superan las ganancias del mercado.

Sólo el 13,4% de la energía primaria consumida en el mundo proviene de energías renovables (hidroeléctrica, biomasa o eólica)

El negocio de las energías limpias empieza a estar de moda en las Bolsas. Y hay razones. Este año se ha disparado el precio del petróleo y ha vuelto a sobrevolar el fantasma de la escasez, de la falta de abastecimiento, tan intensamente repetido en la década de los setenta. Es entonces el momento de acordarse de las energía renovables cuya existencia es ilimitada. También está en marcha el cumplimiento de los compromisos alcanzados en Kioto para reducir las emisiones contaminantes. Un proceso que implica potenciar las energías limpias que, en su gran mayoría coinciden con las inagotables.

En España existen pocas empresas dedicadas a estos menesteres. Las más representativas son Gamesa y Abengoa que han tenido un excelente comportamiento en Bolsa durante este ejercicio. Gamesa se ha revalorizado el 41% desde el inicio del año, mientras que Abengoa ha subido el 23%. También los fondos de inversión comercializados en España que colocan su dinero en compañías de estas características llevan un año muy bueno, superando la revalorización de los mercados en los que se negocian esos valores. Eso sí, no olvidar que a estas compañías les afectó sobremanera la crisis de 200-2002 porque entraron en el saco de las nuevas tecnologías de donde era imprescindible huir a toda prisa.

Ahora, se abre un nuevo periodo de sensibilización hacia estas compañías. Hay dinero dispuesto a invertir en este sector y, aunque como ha sido habitual, el problema se demore, la necesidad de un nuevo modelo energético en todo el planeta es apremiante.

Rechazos interesados

Sabadell Banca Privada ha elaborado un informe en el que destaca que durante años, la inversión en energías alternativas ha chocado con el rechazo de petroleras y eléctricas. Por ello, en la actualidad sólo el 13,4% de la energía primaria consumida en el mundo proviene de energías renovables (hidroeléctrica, biomasa, eólica, etc). Ahora, el apoyo de las instituciones públicas y la iniciativa privada pueden ser el detonante definitivo para el despegue de las nuevas energías. Hoy por hoy no existe ningún sistema energético que por si sólo sea capaz de sustituir al petróleo.

Además de las energías renovables como fuentes de generación de electricidad, otra línea importante en las investigaciones de nuevas energías es la del sector del transporte. De hecho, doce compañías mundiales relacionadas con el transporte por carretera han reconocido ya que el sistema actual de movilidad no es sostenible (mortandad, polución y congestión) y que contribuirán a dar respuesta al problema (GM, Toyota, Shell, BP, DaimlerChrysler, Ford, Honda, Michelin, Nissan, Norsk Hydro, Renault y VW). Además de los motores híbridos, se trabaja en la investigación de coches que funcionen con gas natural, con hidrógeno (se está utilizando ya para autobuses en ciudades como Londres, Hamburgo, Estocolmo, Madrid o Barcelona; las principales marcas de coches han fabricado modelos que circulan movidos por hidrógeno y en Islandia funcionan ya estaciones de servicio que lo suministran) y con biocarburantes (la Comisión Europea plantea un plan de acción para aumentar el porcentaje de los biocarburantes hasta el 20% del consumo europeo de gasolina y gasóleo en 2020).

Juan María Soler, gestor de renta variable de Sabadell Banca Privada explica que en el mercado español hay dos valores que responden a inversiones en energías renovables: Gamesa y Abengoa. Gamesa es líder en la construcción y desarrollo de parques eólicos y se encuentra en pleno proceso de internacionalización. "El contexto regulatorio y también social es favoralbe para esta sociedad y además, aporta una experiencia que la convierte en en valor atractivo". Por su parte, Abengoa es líder en Europa en la producción de bioetanol. Un combustible que cuenta con el apoyo de la Unión Europea y que cada vez es más demandado por sus menores emisiones contaminantes. Otro ejemplo que apunta Soler es la eléctrica Iberdrola que está aumentando la producción de energía eólica y que, además, está desarrollado un proyecto para aprovechar la energía de las mareas marinas.

Jacobo Zarco, director de Atlas Capital explica varios caminos para invertir en estas compañías.Una primera posibilidad sería llevar a cabo inversiones directas mediante la toma de participaciones en empresas del sector de la mano de un banco de inversión. En España, el grado de madurez alcanzado por el sector eólico -es el segundo mercado mundial tras Alemania-, ofrece oportunidades atractivas mediante la inversión selectiva en parques eólicos. Es un sector en pleno desarrollo con un fuerte apoyo por parte de las autoridades mediante un entorno regulatorio favorable diseñado para fomentar el futuro crecimiento y alcanzar los objetivos de inversión planteados. "Estos productos están diseñados para inversores a partir de unos 2 millones de euros con un horizonte de inversión de entre 15 y 20 años. Se estima que las rentabilidades esperadas después de impuestos pueden rondar el 11%", explica Zarco.

En la actualidad existen tres fondos que invierten en este tipo de compañías: Merrill Lynch New Energy Fund, UBS Future Energy y Vontobel Global Trend New PowerTech. Suelen ser fondos relativamente concentrados con carteras de entre 30 y 40 valores y con un peso importante en Estados Unidos donde concentran aproximadamente dos tercios de la cartera. Las compañías en las que invierten estos fondos tienen presencia significativa en actividades relacionadas con energías alternativas y renovables como la energía solar (Solarworld), la eólica (Vestas), la fabricación de conductores magnéticos (Intermagnetics) o de celdas de combustible de hidrógeno (Hydrogenics), entre otras. También existen compañías españolas que forman parte de las carteras de estos fondos como Gamesa, Enagás o Red Eléctrica.

Por último, el experto de Atlas Capital explica la posibilidad de invertir directamente en estas empresas. "Esta opción tiene el riesgo de que al tratarse de un sector emergente donde en muchos casos el grado de madurez de las empresas es escaso, el conocimiento del sector es determinante a la hora de seleccionar las inversiones, por lo que se hace aconsejable delegar estas decisiones en especialistas como lo son los gestores de los fondos", explica.

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