Libertad con cargos para los detenidos por el ataque a las empresas chinas de Elche
Montilla condena el ataque a las naves de calzado y aprecia "tintes xenófobos"
Seis detenidos en Elche por la protesta violenta del jueves contra los almaneces de calzado regentados por ciudadanos chinos fueron imputados ayer por los delitos de desorden público, incencio y daños. Tras tomarles declaración y comunicarles los cargos que pesan sobre ellos, el titular del Juzgado de Instrucción 2 de Elche los dejó en libertad. Otros cuatro detenidos son menores y han quedado a disposición del fiscal. Fuentes de la investigación aseguraron ayer que la protesta en la que paticiparon más de medio millar de personas y que se saldó con dos naves y la carga de un camión incenciadas estaba organizada.
Una semana antes comenzaron a distruibuirse por la ciudad unos pasquines anónimos convocando a la manifestación. La prensa local llevaba días adviertiendo de la protesta ilegal y la Policía Local llegó a establecer un dispositivo especial de tráfico ante la previsión de la manifestación. Sin embargo, y pese al augurio de altercados, nadie impidió que se prendiera fuego a dos naves industriales.
En Elche, principal centro productor de calzado de España, se han establecido de forma estable 70 almacenes regentados por ciudadanos chinos. La mayoría de ellos importa calzado de China y lo comercializa a precios muy bajo en el mercado español. Pequeños y medianos empresarios de Elche y trabajadores en paro de este sector en crisis culpan a los empresarios chinos de "competencia desleal".
El ministro de Industria, Turismo y Comercio, José Montilla, condenó ayer los altercados y aseguró que los comportamientos violentos tienen en alguno casos "tintes xenófobos", aunque matizó que criticaba lo ocurrido "desde la comprensión de las dificultades que tiene un sector tradicional como es el de la industria del calzado". No obstante, fuentes policiales y municipales descartaron que la protesta tuviera un cariz xenófobo y la enmarcaron exclusivamente en el ámbito de la conflictividad laboral. "La protesta no iba contra el colectivo chino, sino contra la comercialización en España de calzado barato producido en china", precisó un empresario local.
El Cuerpo Nacional de Policía mantenía ayer un dispositivo de vigilancia para prevenir nuevos disturbios en la zona.
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