Un tema de debate
Desde hace unas semanas está abierto el debate sobre el déficit sanitario en España. De hecho EL PAÍS ha dedicado el pasado lunes dos páginas para abordar este problema tan serio y ha tocado por encima las diferencias salariales del personal médico en las distintas autonomías.
En España se utiliza el 5,9% del PIB, uno de los más bajos de la EU-15, cuyo promedio es el 7,4%. Si en lugar de tomar el porcentaje del PIB que España gasta en sanidad pública tomamos el gasto público sanitario por habitante, vemos que el español es 1.131 unidades de poder de compra (upc), el más bajo de la UE-15 (tras Grecia), cuyo valor promedio es de 1.730 upc.
España gasta en sanidad el 65% de la media europea. A pesar de que existen múltiples problemas por resolver (pésima educación sanitaria, abusiva utilización de los servicios de urgencia, falta de confort en los hospitales, excesiva demora para consultas de especialidad, pruebas diagnósticas, intervenciones quirúrgicas, escaso tiempo de visita al médico) tenemos una de las mejores redes públicas de Europa, aunque desde hace años con un importante déficit sanitario.
¿Cómo se puede explicar esta paradoja, estar en la cola del gasto sanitario europeo y tener una de las mejores redes sanitarias de Europa?
La respuesta es compleja, pero la más importante de las causas es que el personal sanitario recibe los sueldos más bajos de Europa.
Cuando me refiero a personal sanitario hablo de médicos, enfermeras/os, administrativos, celadores, gestores etcétera. Es un colectivo de más de 150.000 trabajadores. Que un médico especialista de hospital después de 21 años de profesión gane entre 35.000 y 52.000 euros brutos al año suena a burla. Las diferencias se establecen entre exclusividad y guardias fundamentalmente.
Que un médico especialista de hospital que atiende a un ciudadano a las dos de la noche de un domingo por un infarto o le intervenga de una perforación gástrica, etcétera, gane 12 euros brutos la hora es un sarcasmo.
Que una enfermera de planta gane 4 euros la hora en horario nocturno, cuando cualquier
persona no cualificada por acompañar a un paciente gane 6-8 euros la hora es sencillamente una tomadura de pelo.
La sanidad pública tiene como principal cliente al ciudadano, pero el personal sanitario no es menos cliente.
La falta de motivación del personal sanitario, las nulas posibilidades de progresar, la ausencia de desarrollo profesional, los bajos sueldos y un largo etcétera merecen ser debatidos.
El Tribunal Europeo de Justicia dictó una sentencia en octubre de 2003 en favor de que las horas de guardia fueran pagadas al menos como jornada ordinaria. El Tribunal Supremo de España ha ratificado recientemente esta sentencia. Hasta ahora no se ha modificado el sistema retributivo.
En resumen, creo que sería de justicia y de interés que todos los ciudadanos conocieran la situación y que sirviera para que la sanidad pública mejorara en todos sus aspectos, en base a una decisión de acabar con el déficit sanitario.
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