Dos jóvenes palestinas sospechosas de preparar un atentado suicida se entregan al Ejército israelí

Dos jóvenes universitarias palestinas, de 21 años, sospechosas de preparar un atentado suicida en Tel Aviv, se entregaron ayer voluntariamente a los soldados israelíes. Las dos muchachas se rindieron a la guarnición militar del control de Beit Iba, muy cerca de Nablús, pocas horas después de que un destacamento de soldados se presentara en la casa de sus padres en la aldea de Assira Al Chamaliya, con la intención de detenerlas, lo que no pudieron hacer al encontrarse éstas ausentes. Los soldados amenazaron a sus familiares con destruir sus casas si las muchachas no se presentaban voluntariamente a las fuerzas israelíes antes de 24 horas.

Según informaciones recogidas por los militares, las dos muchachas, Adala Hassa y Lina Soudqi, estudiantes de la Universidad An Najah de Nablús, uno de los feudos radicales palestinos más importantes de Cisjordania, habían recibido de un jefe local del Frente Democrático de Liberación de Palestina el encargo de perpetrar dos atentados suicidas en Tel Aviv. Uno de los responsables de esta operación sería, según Israel, Hani al Aqqad, quien fue abatido el pasado miércoles junto con otros cuatro activistas en una incursión del Ejército en Nablús, en el transcurso de la cual fue abatida además una niña de 11 años.

Las muchachas acudieron al puesto militar acompañadas de un grupo de familiares, que solicitaron hablar con el jefe de la tropa, a quien comunicaron que las acusadas eran inocentes.

Por otra parte, un grupo de hombres enmascarados y armados secuestraron ayer al norte de Gaza al general de brigada Mohamed Ahmad al Batrawi, responsable de la comisión de control financiero de la Seguridad Nacional Palestina. Los secuestradores habían interceptado el vehículo en que viajaba el general y, tras apuntarle con las armas, lo llevaron a otro coche para conducirle a un campo de refugiados cercano, al tiempo que dejaban en libertad a su chófer.

El general fue puesto en libertad tras una larga negociación en la que intervinieron como mediadores varios jefes de las brigadas locales de los Mártires de Al Aqsa, responsables del partido gubernamental Al Fatah y el propio gobernador de Gaza, Mohamed al Kidwa. El general Al Batrawi se hizo cargo de su actual destino hace dos años tras el arresto y encarcelación en Jericó, por parte de la Autoridad Nacional Palestina, del general Fuad Shubaki, a quien los israelíes acusan de estar implicado en el contrabando de armas a favor de la resistencia palestina en Gaza, efectuada a bordo del barco Karina A.

El secuestro de este general palestino es el primer incidente de estas características que se registra en Gaza tras la oleada de secuestros habidos el pasado julio en esta zona, en el marco de una revuelta de los cuerpos de seguridad alentada por el coronel Mohamed Dahlan contra el presidente Yasir Arafat.