La imprevisión y la falta de coordinación antes del 11-M

El PSOE quiere profundizar durante la "segunda fase de la comisión del 11-M" en averiguar qué hizo el Gobierno del PP ante los reiterados avisos previos de instancias policiales (europeas y españolas) sobre el riesgo de un atentado islamista y también pretende conocer si, con un poco más de coordinación entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, se hubiera podido parar la mayor masacre desde la Guerra Civil. Los propios socialistas lo resumen así: "Saber qué falló antes del 11-M, por qué ocurrió y qué se puede hacer en el futuro". Todo lo que no iba en esa línea, según fuentes socialistas, es lo que ha solicitado el PP. "Han sido rechazadas sus peticiones de comparecencias porque no aportan nada para el fin que se persigue: cómo se llegó al 11-M", explican.

- Imprevisión. El primer bloque de solicitudes se dirige a saber qué se hizo con los avisos de Europol (dirigida en funciones por el comisario Mariano Simancas, citado a comparecer) sobre la amenaza islamista. En total, piden 14 documentos de Europol sobre "valoración de la amenaza islamista" anteriores a los atentados y preguntan qué hizo con ellos el Ministerio del Interior. Igualmente, piden un informe previo al 11-M de la Secretaría de Estado de Seguridad sobre "Análisis y valoración de riesgos" y se ha acordado que comparezca quien ocupaba ese cargo el 11-M: Ignacio Astarloa.

- Descoordinación. La comisión ya constató en su primera fase que la información sobre los implicados en el 11-M que habían sido investigados no fluyó. Para aclararlo aún más, el PSOE ha solicitado informes sobre las diferentes investigaciones sobre los terroristas ya detenidos o muertos y un informe del Grupo III de la Brigada de Información de Madrid, de julio de 2003, que fue enviado a la Audiencia Nacional, sobre una decena de terroristas del 11-M. En este paquete entran las comparecencias del comisario Rafael Gómez Menor, máximo especialista en terrorismo islamista de la Unidad Central de Información Exterior de la Comisaría General de Información, y del jefe de la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado de Madrid, plaza hoy vacante pero que el 11-M ocupaba Juan Manuel Calleja.

- Los explosivos. La línea de la descoordinación, en este caso centrada en el tráfico de explosivos, se completa con las citaciones de Fernando Aldea, jefe de la Guardia Civil de Asturias; Juan Carretero, su homólogo de la policía; Gerardo Herrero, fiscal jefe asturiano (una comparecencia que también había solicitado el PP y que ha sido aprobada por unanimidad), y del coronel José Luis Ballena, jefe de la Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil.

- Medidas futuras. Es decir, saber qué hacer en el futuro para evitar todo lo anterior y cómo se puede ampliar el apoyo del Estado a las víctimas. Por ello, se cita al comisario europeo de Asuntos de Justicia, Antonio Vitorino, o a la presidenta de la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, Clara Escribano, por ejemplo. En esta línea, el PSOE ha reclamado el informe de Europol sobre "Cuestiones relativas a la financiación de los ataques de Madrid" o la comparecencia de Peter Wallman, catedrático de Sociología alemán, especialista en terrorismo de raíz islamista.