El tirón de las importaciones y la crisis turística disparan un 81% el déficit exterior

La evolución del sector exterior ha experimentado un fuerte deterioro en el primer semestre del año. El déficit por cuenta corriente -diferencia entre ingresos y pagos de España con el extranjero- se disparó un 81% entre enero y junio respecto al mismo periodo de 2003, hasta alcanzar los 15.830,8 millones de euros. Los datos, divulgados ayer por el Banco de España, obedecen principalmente a una mayor brecha entre importaciones y exportaciones, unida al empeoramiento del turismo, que ha reducido el superávit habitual.

El tirón de las importaciones, un 10% superiores a las de 2003, contrasta con la moderación de las exportaciones, que avanzan el 3,8%. Como resultado de esa evolución dispar, el déficit comercial se ha elevado un 37,35%, hasta 22.267 millones de euros. Esta situación se debe a varios factores. El principal es que la fortaleza de la demanda interna impulsa las importaciones. Pero algunos expertos apuntan que la pérdida de competitividad de los productos españoles durante los últimos años ha favorecido también las compras al exterior. A esos elementos se une uno más coyuntural, como es el aumento del precio del petróleo, que encarece las importaciones, aunque en parte se compensa por la fortaleza del euro.

El peor comportamiento de la balanza comercial no se ha visto compensado con una mejora en la de servicios, que incluye el turismo. Esta partida, siempre excedentaria, acusa el menor empuje del sector y reduce su superávit un 4,9%, hasta 12.393,9 millones. En el primer semestre, los ingresos por turismo apenas han variado respecto a 2003 (en junio incluso cayeron casi un 4%), pero los pagos (lo que los españoles gastan en viajar fuera) han crecido desde enero un 22,6%.