Dimite el juez argentino que llevó el caso de la mutua judía
Galeano trata de eludir las acusaciones de irregularidades que pesan contra él
El juez federal argentino Juan José Galeano, acusado de graves delitos cometidos durante la instrucción de la causa del atentado contra la mutua judía AMIA (85 muertos), ha dimitido del cargo en un intento desesperado de eludir la acción de la justicia. El presidente de la República, Néstor Kirchner, debe ratificar o no la dimisión, que le evitaría el juicio político por parte del Consejo de la Magistratura.
En la esperada sentencia del juicio por el atentado más sangriento de la historia argentina, el Tribunal Oral Federal absolvió a todos los imputados por falta de pruebas. Pero al mismo tiempo, acusó al juez Galeano de graves irregularidades, entre ellas soborno, extorsión y presentación de pruebas falsas. Este magistrado fue apartado de la causa a finales de 2003 cuando pocos dudaban de su mal desempeño.
Que el juez Galeano estaba bajo sospecha desde hace tiempo lo corrobora la investigación iniciada hace cuatro años por el juez Claudio Bonadío por soborno, falsificación de documentos y fabricación de legajos. Estos delitos no son excarcelables, por lo que es más que probable que Galeano acabe en prisión preventiva en cuanto un juez ordene su detención, según explica el abogado constitucionalista Daniel Sabsay. Al haber dimitido, Galeano ha quedado despojado automáticamente de sus fueros.
Paralelamente a la investigación penal, la comisión acusadora del Consejo de la Magistratura, organismo encargado de juzgar a los jueces, citó ayer a Galeano para el próximo 30 de septiembre. "Es importante dejar actuar a las instituciones y que el Consejo de la Magistratura le haga el juicio político que corresponde", subraya Sabsay, que recuerda, sin embargo, que dicho Consejo no hizo nada contra Galeano pese a tener desde hace más de tres años las acusaciones contra el juez.
La sentencia absolutoria del pasado 2 de septiembre por un atentado que ocurrió hace 10 años causó indignación entre los familiares de las víctimas. A la espera de conocer los fundamentos de la sentencia el próximo 20 de octubre, desde un punto de vista jurídico, los tres jueces describieron en su fallo un sistema de corrupción e impunidad, que requiere una investigación profunda.
Casos como el juicio del caso AMIA muestran que la Justicia federal penal está contaminada de prácticas del pasado, que empiezan a cambiar con la llegadadel presidente Kirchner. El ejemplo más claro es la remodelación de la Corte Suprema con la salida de los jueces adictos al Gobierno del ex presidente Carlos Menem. Tres de ellos dimitieron y el cuarto fue destituido tras un juicio político.
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