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El curso del millón de niños

Las clases empezaron ayer entre el proyecto de los colegios bilingües y la falta de aulas

Un millón de estudiantes no universitarios llenan las aulas madrileñas del curso que ayer inauguró la presidenta regional, Esperanza Aguirre. Lo hizo en el colegio público Dulcinea, que es uno de los 26 centros bilingües (español-inglés) que han empezado a funcionar este año en la Comunidad.

La enseñanza del inglés a partir de los seis años (primero de primaria), además de la lectura y escritura a partir de los tres años, son algunas de las bondades que la presidenta, junto al consejero de Educación, Luis Peral, otorgan a la enseñanza de Madrid.

Adolfo Navarro, diputado del PSOE en la Asamblea, tiene, sin embargo, una visión poco alentadora del inicio de curso: "Es el peor de los últimos años", señaló, entre otras cosas, por los "23.000 escolares" que estarán en aulas "masificadas" o en "barracones prefabricados". Estas aulas provisionales -164 en toda la región que acogerán a 1.992 chavales- responden al enorme aumento de la población escolar sufrido en los últimos años y a la falta de colegios.

Aunque hay padres que se muestran encantados con las buenas condiciones de los prefabricados, la saturación de los centros públicos ha levantado las iras de otros progenitores. Hay niños que tienen que ir a estudiar a otros barrios porque su colegio está en obras.

Alumnos del colegio público Asunción Rincón hacen cola en su primer día de clase en el nuevo curso escolar. 

/ RICARDO GUTIÉRREZ
Alumnos del colegio público Asunción Rincón hacen cola en su primer día de clase en el nuevo curso escolar. / RICARDO GUTIÉRREZ
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