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Los inmigrantes ya representan el 14% de la población censada en la capital

La ciudad acoge a más de 450.000 extranjeros

En Madrid ya viven más de 450.000 extranjeros, es decir, el 14% de la población, según el padrón municipal: 50.000 más que hace un año y 350.000 más que en 2000. Esto afecta a todos los distritos, pero con diferente intensidad: en Centro, uno de cada cuatro vecinos es extranjero, mientras que en Moratalaz ese porcentaje es del 7,9%. Este fenómeno influye en la composición de los barrios y, sobre todo, está evitando que muchos de ellos se despueblen: desde julio de 2003, más de 21.000 españoles abandonaron la capital, mientras que llegaron a ella más de 46.000 inmigrantes.

El fenómeno de la inmigración crece de forma incesante. Según el último padrón municipal de habitantes -fechado a 1 de julio de 2004-, ya son 450.229 los extranjeros que viven en la capital, el 14,1% de la población total, que es de 3.190.435 personas. Hace un año en Madrid había 403.532 extranjeros, mientras que en enero de 2000 sólo eran 100.527 los inmigrantes censados. Si no fuera por esta llegada masiva de inmigrantes, la mayoría de los distritos perdería población: en total, 21.401 españoles abandonaron la capital entre julio de 2003 y julio de 2004, mientras que 46.697 extranjeros se instalaron en la ciudad; es decir, por cada español que se ha marchado han llegado dos inmigrantes.

En 16 de los 21 distritos esta situación ha evitado que las cifras de población presenten un saldo negativo. Así, a Latina, el distrito donde más españoles han optado por marcharse desde hace un año (3.341), han llegado 4.090 inmigrantes, sólo superado por Puente de Vallecas (4.884 extranjeros más), Carabanchel (4.653) y Villaverde, donde se han instalado 4.390 extranjeros en los últimos 12 meses.

Concentración por distritos

Esta llegada masiva afecta a todos los distritos, pero a algunos más que a otros: la concentración de inmigrantes en Centro, donde uno de cada cuatro vecinos es extranjero (el 27,5% de la población), Tetuán (19,8%), Carabanchel (18,2%) o Villaverde (16,7%) contrasta con Moratalaz (7,9%) -el distrito con menor porcentaje de población extranjera-, Fuencarral-El Pardo (8,7%) o Barajas (9,9%), donde los inmigrantes son, todavía, una minoría poco visible en la vida cotidiana del distrito.

Sin embargo, estas cifras no alcanzan a explicar correctamente la densidad de la población inmigrante, ya que ésta se suele concentrar por barrios afectando así de forma decisiva a su composición social y a su vida cotidiana. Por ejemplo, en Centro los barrios de Sol y Embajadores superan el 30% de inmigrantes (33,8% y 31,5% respectivamente), sólo superados por el barrio de San Cristóbal, en el distrito de Villaverde, donde el 33,9% de la población es extranjera (mientras que en todo el distrito no es más que el 16,7%). Por contra, sólo 60 de los 4.001 vecinos del barrio de El Pardo son extranjeros, es decir, el 1,5%.

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En los últimos cuatro años el ritmo de llegada de extranjeros a Madrid ha sido de más de 80.000 personas al año, cifra que, además de incrementar la población de la capital, representa un "reto de integración", según Tomás Vera, director general de Inmigración, Cooperación al Desarrollo y Voluntariado del Ayuntamiento. En este sentido, el Consistorio presentará el próximo otoño el Plan Madrid de convivencia social que, según Vera, tendrá como base "no la integración de un colectivo en otro, sino promover la convivencia en igualdad de condiciones".

El plan pretende ser un "programa coherente, no una serie de planes dispersos, que abarque mucho más que servicios sociales", según Vera. Para ello, el programa prevé la creación de instrumentos de participación de los vecinos, incluidos los inmigrantes, en los asuntos de su distrito a través de una serie de "mesas de diálogo" (22 en total, una para todo Madrid y una por distrito) en las que puedan presentar sus propuestas directamente a las juntas municipales.

El objetivo es "integrar a todas las asociaciones vecinales y de inmigrantes, con el deseo de que en el futuro estas últimas se integren en el movimiento asociativo vecinal", afirma Tomás Vera, "y desaparezca así, poco a poco, la distinción entre español e inmigrante".

Acercar a los colectivos

Sin embargo, antes de que esto ocurra, el Ayuntamiento es consciente de que es necesario acercar más a los diferentes colectivos. "Para ello hemos creado las figuras del mediador vecinal y del dinamizador de parques", dice Vera. Este último acudirá a los lugares frecuentados por gran parte de los inmigrantes en su tiempo de ocio, para fomentar así la comunicación de este colectivo con su entorno. "La idea es que participe toda la sociedad, no sólo los inmigrantes", subraya Vera, "ya que la sociedad cambia sin parar, y es algo que nos afecta a todos los madrileños".

Los sindicatos UGT y CC OO, por su parte, consideran que este plan "llega tarde" y "no responde a las demandas reales de los inmigrantes". Según ambas organizaciones, el programa se ha elaborado sin consultar a los agentes sociales y "no se aborda desde la igualdad", ya que "no incluye ninguna propuesta concreta de integración laboral", que es, a su juicio, el elemento vital para la integración social.

El principal obstáculo, dicen los sindicatos, es el elevado número de inmigrantes indocumentados -en torno al 58% en Madrid, según sus datos-, lo que propicia que no puedan acceder a un empleo digno, "y eso influye también en su percepción de la población autóctona", afirma Ana González, secretaria de política social de CC OO, "ya que, en este sentido, no se les está tratando como a iguales".

Isabel Navarro, secretaria de Mujer e Inmigración de UGT, denuncia lo que califica de meras "buenas palabras por parte del Ayuntamiento", y demanda que el plan vaya acompañado de "medidas concretas debidamente presupestadas". En este sentido, González considera que "un 14% de población inmigrante como dato global es perfectamente asumible, pero hay que ver su concentración por barrios, y da la casualidad de que coinciden con los que tienen menos dotaciones de servicios sociales".

La mayoría, ecuatorianos

En Madrid viven 450.229 extranjeros de más de 50 países. El abanico abarca desde lugares geográfica y culturalmente cercanos como Francia (7.404) hasta países exóticos como Armenia (575).

Según el padrón municipal, la gran mayoría de los extranjeros censados en Madrid proviene de Ecuador: 142.393. Su presencia es muy elevada en casi todos los distritos, pero destacan Carabanchel, donde hay censados 14.683 ecuatorianos, y Ciudad Lineal, donde son 14.503. Estos dos distritos son también los feudos de la comunidad colombiana -6.201 y 3.898 personas respectivamente- que, con 44.992 ciudadanos, es el segundo país con más emigrantes en la capital.

Los siguientes países con mayor número de emigrantes son Perú (27.317), Marruecos (24. 627) y Rumanía (24.018). Este país es de donde más extranjeros (6.331) llegaron a Madrid desde julio de 2003.

Los rumanos son ya el 50% de los inmigrantes censados que provenienen de los países del Este y viven, sobre todo, en Villa de Vallecas (2.236) y Villaverde, donde son 2.146.

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