Los tumores detectados en revisiones periódicas con mamografía tienen mejor pronóstico
Los tumores de mama diagnosticados en revisiones periódicas con mamografía tienen mejor pronóstico que los detectados por otros métodos y sus probabilidades de reaparición a largo plazo en otras partes del organismo son menores. Así se desprende de un estudio publicado en la revista The Journal of the American Medical Association (JAMA), que ha analizado a un total de 2.842 mujeres que habían desarrollado cáncer entre 1991 y 1992.
Los investigadores, del Helsinki University Central Hospital (Finlandia), observaron que las mujeres a las que se había detectado el cáncer de mama a través de mamografía tenían más probabilidades de estar libres de la enfermedad al cabo de 10 años. Las pacientes a las que se detectó el tumor de mama gracias a una autoexploración u otros métodos que no eran la revisión periódica con mamografía presentaban un riesgo del 90% de metástasis. Una de las explicaciones de estas conclusiones es que las mamografías periódicas, incluidas en los programas de detección precoz, permiten detectar tumores más pequeños y con unas características biológicas más favorables. Pero los autores del trabajo señalan que esto no es suficiente para explicar las ventajas observadas en la práctica de mamografías periódicas, sino que puede haber otras causas que aún se desconocen.
"La detección de tumores mediante esta técnica supone un pronóstico favorable independientemente del número de nodos linfáticos axilares afectados, del tamaño del tumor primario, de la edad de detección del cáncer y del grado histológico", señala Heikki Joensuu, uno de los autores del estudio.
La investigación vuelve a demostrar los beneficios de las mamografías periódicas, un método de diagnóstico precoz cuya eficacia había sido cuestionada por un estudio publicado en la prestigiosa revista The Lancet en el año 2000.
En España se recomienda la inclusión de las mujeres en los programas de detección precoz de cáncer de mama a partir de los 45 o los 50 años de edad, aunque cada vez son más los especialistas que proponen empezar las exploraciones con mamografías periódicas a los 40 años.
Un estudio publicado en el último número de Gaceta Sanitaria revela que en Cataluña las mamografías preventivas son cada vez más frecuentes entre las mujeres de 50 a 69 años, consideradas como el grupo "diana" de este método diagnóstico. Según el trabajo, dos de cada tres mujeres catalanas de esta franja de edad declararon someterse periódicamente a mamografías con intención preventiva en el año 2002, mientras que sólo lo hacía una de cada cuatro mujeres de este grupo de edad en 1994.
El estudio, que incluyó a 5.986 mujeres de más de 20 años, observó que la práctica de mamografías preventivas también aumentó entre las mujeres de entre 40 y 49 años, aunque disminuyó en el resto de grupos de edad. Los autores del trabajo recuerdan que el cáncer de mama es la primera causa de muerte entre las mujeres de 35 a 64 años de edad.
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