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Una comisión de notables apuesta por el ingreso de Turquía en la UE

Un 'no' a la adhesión crearía inestabilidad política, dicen los expertos

Carlos Yárnoz

"Turquía es un país grande, pobre y musulmán", pero su adhesión a la Unión Europea "sería una prueba innegable de que Europa no es un club cristiano cerrado". Con el ingreso turco, la UE "ganaría respeto y credibilidad en Oriente Próximo" y tendría "considerables ventajas por su posición geopolítica única". Su rechazo, por el contrario, "podría suscitar una grave crisis y una agitación e inestabilidad política a las puertas de Europa". Son éstas algunas de las afirmaciones del informe sobre Turquía presentado ayer en Bruselas y realizado por una comisión independiente integrada por nueve dirigentes políticos europeos.

"Su adhesión sería una prueba de que la Unión no es un club cristiano cerrado"

A un mes de que la Comisión difunda si Turquía cumple los requisitos políticos y económicos para iniciar las negociaciones de adhesión, los integrantes de esta comisión (el finlandés Martti Ahtisaari, el francés Michel Rocard, el británico Anthony Giddens, el español Marcelino Oreja, la italiana Emma Bonino, el polaco Bronislaw Geremek, el holandés Hans van den Broek, el alemán Kart Biedenkopf y el austriaco Albert Rohan) han descrito los temores, riesgos, ventajas y consecuencias de la entrada de Turquía, un país musulmán de 70 millones de habitantes que, si accede a la UE, se convertirá a partir de 2015 en el más poblado del club europeo.

Aunque se inicien las negociaciones el año que viene, los autores del informe consideran que pasarán al menos 10 años hasta que Turquía entre. Son éstos algunos de los aspectos más destacados del informe:

- ¿Es Europa? Turquía ha sido una de las cunas de la civilización europea. Es un país euroasiático cuya historia y cultura han estado "estrechamente ligadas" a Europa. Los Gobiernos europeos aceptan su vocación europea desde hace décadas. El país está ya en Consejo de Europa, la OTAN, la OCDE o la OSCE. Desde 1999, es candidato a la UE. "Turquía tiene todas las razones para esperar ser acogida en la UE", que debe tratarla "con todo el respeto, la honestidad y la consideración debidas".

- Impresionantes reformas. Turquía vive hoy una "revolución silenciosa" por las "impresionantes reformas" que ha lanzado, pero aún deben llegar a todas las capas sociales. Destacan la abolición de la pena de muerte, las leyes contra la tortura, las normas en favor de la libertad de expresión, el reconocimiento de los derechos de los kurdos o los recortes al poder del Ejército. "Honestamente, se puede decir que ha hecho en dos años más reformas que en toda la década anterior". Aún así, el Gobierno debe asegurar la aplicación de todas las reformas. Subsisten los crímenes de honor, "una situación intolerable en un Estado moderno".

- Resistencias. Las opiniones públicas de varios países (Alemania, Francia, Austria, Holanda y Bélgica, aquéllos en los que hay más inmigrantes turcos) se muestran escépticas. Los clichés son legión y dan a entender que la entrada de Turquía "significaría el fin de la UE". "Algunos agitan el espectro de una invasión musulmana de Europa". Por esta vía, puede crearse "un peligro de fractura" que dificultaría la ratificación del Tratado de Adhesión. Otros opinan que la adhesión turca "conducirá al fin de la Unión".

- La religión. Es "la mayor reticencia". Algunos dicen que el acceso de Turquía será "la toma de control de un importante país miembro de la UE". Es legítimo preguntarse si la laicidad oficial de Turquía, apoyada mayoritariamente, tiene raíces sólidas. "El riesgo de que un grupo radical utilice el proceso democrático para sus propios fines no puede ser totalmente excluido". Una Europa multiétnica, multicultural y con múltiples religiones "podría decir con fuerza al resto del mundo que el conflicto de civilizaciones no es el inevitable destino del género humano". Con un modelo alternativo al de los radicales islámicos, Europa podría jugar un mayor papel entre Occidente y el Islam. "La adhesión de Turquía sería una prueba más de la compatibilidad entre Islam y democracia".

- Ventajas. Turquía tiene buenas relaciones con palestinos e israelíes. Su presencia en la UE daría a Europa más influencia para pacificar la región. En la zona del Mar Negro, sur del Cáucaso y Asia Central, ocurriría algo similar. Las fronteras con Siria, Irán o Irak sólo darían ventajas. En el terreno económico (Ankara crece al 5% o 6% anual), se trata de un país de grandes recursos y mano de obra cualificada. Además, se convertirá en "un factor vital para la seguridad de los aprovisionamientos energéticos para Europa procedentes de Oriente Próximo, Mar Caspio y Rusia".

- Visión turca. Mustafá Kemal Atatürk, el padre de la Turquía actual, repetía: "Occidente siempre ha tenido prejuicios contra los turcos, mientras los turcos no han parado de abrirse a Occidente". Los dirigentes actuales dicen: "Cuanto más se acerca Turquía a la UE, más resistencias florecen en Europa". Un 75% de los turcos es favorable al ingreso, que garantizará "el irreversible carácter" de las reformas y sería la mejor respuesta "al peligro de que Turquía se transforme en un Estado islámico fundamentalista".

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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