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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Una corona de espinas, de acero

Junio, domingo, 11.30 horas, parque periurbano de La Corchuela. Un coche aparca. Bajan varias personas. Una de ellas, metida en los 40, pregunta al guarda forestal: "¿Quedan construcciones o barracones de los años 40?" El acento denuncia una procedencia catalana o valenciana.

Le pregunto al vigilante: ¿Estas visitas son habituales? "Con las vacaciones vienen más, aunque el número ha descendido en los últimos años".

De esta escena he sido testigo en más de uno de los espacios que ocupó en su día algunos de los muchos campos de concentración que existieron durante la dictadura, aunque su denominación popular eran las de colonias penitenciarias, campamentos, depósitos, y no sólo de presos políticos, también de soldados, trabajadores, "vagos y maleantes", etcétera. Eran campos de trabajos forzados, de regeneración, de humillación y en algún caso de exterminio.

Ahora, se puede asegurar documentalmente que una corona de espinas, de acero, rodeaba Sevilla; Los Remedios (Avenida República Argentina) y Heliópolis (Avenida La Raza), Los Merinales y La Corchuela (Dos Hermanas), El Arenoso (Los Palacios), Torre la Reina (Guillena), La Algaba, Torre del Águila (Utrera), Sanlúcar la Mayor, Lora del Río y Alcalá de Guadaíra, así como los denominados "depósitos" en Montequinto, Torreblanca, La Rinconada, estación de Alcolea del Río (Río y Minas), La Isla, y algunos más.

Por esta contundente realidad se está demandando construir un Centro de Interpretación en Los Merinales, donde se depositen los miles de documentos que están dispersos por los más variados archivos (cárceles, archivos militares, organismos oficiales, ayuntamientos, investigadores y en CGT-A) y sobre todo la "memoria viva" de aquellos ex presos y familiares que han quedado plasmada en fotografías, documentos, reportajes y documentales de televisión.

Ni más ni menos, que un centro de las mismas características técnicas a los más de un centenar existentes en Andalucia, donde se visualiza y crea cultura, y, también, conciencia social sobre nuestro medio ambiente, patrimonio arqueológico, cultural y gastronómico, de la cerámica y de la aceituna de mesa, etcétera. Un centro de interpretación demandado socialmente desde 2002 y solicitado -oficialmente a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir- hace más de un año y todavía sin respuesta, a pesar de las actividades realizadas (más de 100 por toda España y fuera de ella), de los apoyos recibidos desde todos los ámbitos (más de 300 manifiestos) y de los cambios políticos habidos en España en el último año.

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