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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

¿Que denunciemos?

El viernes pasado una amiga mía sufrió un ataque en su ascensor por parte de un tipo indeseable, que por suerte no llegó a más. Después del mal trago, acompañamos a nuestra amiga a denunciar el caso a la policía. Para ello nos dirigimos a la comisaría de mi barrio, en la que nada más entrar nos recibió un grupo de policías. Uno de ellos, el de mayor edad, se dirigió a nosotras ya con pocos modales para preguntarnos qué queríamos, y al contestar que poner una denuncia por ataque, preguntó "que qué nos habían hecho".

Como cualquiera con un poco de lógica puede entender, a ninguna mujer que ha sufrido un ataque (del tipo que sea) le apetece contar los pormenores en una situación que no sea privada, y menos delante de un grupo de hombres desconocidos, por muy policías que sean.

Tras contestar que en la denuncia daríamos los detalles y que no se trataba de una agresión con lesiones como para ir al hospital, el mismo sujeto nos "acompañó" a la sala de espera, haciendo por el camino "una broma", que sinceramente yo no entendía a cuento de qué venía, en una situación que de divertida no tiene absolutamente nada.

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Cuando mi amiga terminó de poner la denuncia, al salir me dirigí al tipo en cuestión para pedirle más respeto por la gente que venimos a denunciar, que si venimos es por algún asunto serio. El sujeto me contestó de malas maneras y la conversación se desarrolló de tal forma que él iba adoptando un tono cada vez más prepotente, llegando a hablarme pegado a la cara y provocándome con un: "¡Pues denúnciame, a ver, denúnciame!".

Me parece increíble que se permita a semejantes personas llevar un uniforme que implica la "protección" de sus conciudadanos, cuando en muchos casos (como el que sufrí el otro día) se trata de individuos que no tienen ni formación ni valores humanos mínimos como para cumplir sus obligaciones. Y encima que sean impunes.

Lo más fuerte de todo es que estoy segura de que este trato que sufrimos en la comisaría se debió al hecho de que íbamos tres chicas jóvenes, lo cual les da derecho a algunos a poderse permitir tales faltas de respeto. Si hubiéramos ido acompañadas de un hombre, o si hubiéramos tenido 60 años todo hubiera ocurrido de manera muy diferente. ¿Y pretenden que las mujeres denunciemos

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