Rumí visita Lleida, pero evita el campamento de temporeros de Alcarràs

La secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, visitó ayer Lleida, pero evitó el campamento que alberga en Alcarràs a un grupo de trabajadores temporeros en situación irregular, que todos los veranos se concentran para la campaña de recogida de la fruta. Rumí culpó a los anteriores gobiernos del Partido Popular de la situación que España vive con la inmigración. "Hasta ahora la política de inmigración en nuestro país no ha existido, no ha habido políticas de inmigración. En cuanto al asunto de la integración es algo inédito también, nunca ha habido ni un interés ni presupuestos para esta cuestión, se ha mirado hacia otro lado" afirmó Rumí.

La secretaria de Estado se comprometió a desarrollar "auténticas" políticas de inmigración para favorecer la integración de los extranjeros y a luchar contra la inmigración clandestina con más controles en las fronteras españolas. Los presupuestos con los que cuenta el Gobierno para desarrollar esta política son "raquíticos, por no decir nulos", añadió, "en el Ministerio de Trabajo la situación es lamentable, una situación heredada en la que los presupuestos se dedicaban a unos asuntos que ahora para nosotros no son prioritarios".

Rumí se reunió con los miembros del sindicato Unió de Pagesos y defendió su modelo de contratación en origen como ejemplo para seguir durante los próximos años. También anunció que el Gobierno se compromete a destinar más recursos económicos a los ayuntamientos que soportan inmigración durante el verano, como es el caso de las poblaciones del Baix Segre. Rumí no concretó estas ayudas y avanzó que en otoño el Gobierno prevé tener listo este paquete de medidas, así como el reglamento que regulará el proceso de legalización de los inmigrantes sin papeles que estén trabajando de forma irregular en España. Una propuesta que Rumí anunció hace dos semanas.