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La policía británica pone en marcha la vigilancia por satélite de maltratadores y pederastas

El Gobierno británico puso en marcha ayer un sistema de vigilancia por satélite a presos. La iniciativa, pionera en Europa, obliga a los delincuentes a llevar pulseras que permitán su localización vía GPS (sistema de posicionamiento global), de forma que la policía puede determinar su ubicación y, en el caso de los maltratadores, evitar que incumplan la orden de alejamiento. El plan, llamado Prisión sin barrotes, comenzó ayer con 120 delincuentes no violentos y pederastas.

El objetivo es que se aplique a unos 5.000 presos en los próximos años, básicamente maltratadores, agresores sexuales, pederastas y reincidentes. La medida se les aplicará cuando lo determine la condena o cuando este tipo de presos quieran disfrutar un permiso penitenciario.

El nuevo método ya se utiliza en Florida y Oklahoma, en Estados Unidos, con presos en libertad condicional o bajo fianza. En Inglaterra y Gales se emplean dos tipos de dispositivos. Uno de ellos, llamado de seguimiento activo, estará continuamente conectado, y permitirá saber en cada momento dónde se encuentra el delincuente con un margen de error de 100 yardas (91,4 metros). Con este método se podrá saber si un maltratador incumple una orden de alejamiento o si un pederasta se acerca a una zona que tenga prohibida, como parques infantiles y colegios.

Un segundo modelo grabará los itinerarios del preso. Éste luego volcará los datos de tiempo y recorrido a un lector que enviará la información a una central. En ambos casos los brazaletes, parecidos a un reloj de pulsera, tienen una correa antialérgica, pesan seis onzas (unos 125 gramos) y están alimentados por baterías de dos años de duración. En varios países algunos presos ya llevan unas pulseras para su control. La diferencia estriba en que el sistema antiguo sólo permite saber si el delincuente se encuentra cerca de un punto establecido, pero si se aleja se pierde su rastro. Con los nuevos, se le tendrá permanentemente localizado. "El sistema español, que se aplica a 300 presos actualmente, es de control de horarios. Se utiliza con presos en tercer grado, que sólo tendrían que ir a la cárcel a dormir. En lugar de ello, se les fijan unas horas en las que tiene que estar en su casa, y un receptor conectado a la línea telefónica informa de si lo cumple", indica Instituciones Penitenciarias. En España, la ley permitirá, a partir del 1 de octubre, que se implanten mecanismos de localización electrónica a los maltratadores.

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