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Tribuna:CONVENCIÓN REPUBLICANA
Tribuna
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Aquí llegan las mujeres

La noche del martes, en su turno de protagonistas de la convención, Arnold Schwarzenegger y las mellizas Bush tuvieron puntos en común. Al ridiculizar a los demócratas por ser "nenazas" nuestro antiguo amante de las orgías y manoseador de mujeres, Schwarzenegger, no estaba haciendo una pulla sobre los homosexuales, sino un comentario sarcástico ante cierta clase de comportamiento civilizado en el que la mente y, sí, la sutil reflexión, tienen prioridad sobre la acción vocinglera. El hecho de que su mujer, Maria Shriver, ahora voluntariamente sin trabajo y que se ha negado a conceder entrevistas en la Convención, tenga cada día más aspecto de sonámbula... Bueno, así es la vida familiar al estilo republicano. Dado que se utiliza el término conservador para los republicanos de hoy en día, tendemos a pensar en ellos como una cultura excesivamente religiosa y como fundamentalistas de la guerra, pero sus votos ya están guardados bajo llave. Los republicanos también tienen que apelar al segmento de la población que tiene lo que yo denomino mentalidad de sábado noche. Emborracharse y ser vil y sucio en la noche del sábado no cuenta, tíos, porque los tíos son tíos y todos sabemos que una juerga no es más que una juerga.

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El papel secundario de las mellizas Bush estaba cuidadosamente escrito: como no podían competir con la inteligencia de las hijas de Kerry ni con su aplastante belleza, la estrategia -que acabó en desastre- consistió en burlarse de ellas presentándose como chicas-monas-que-no-saben-nada del tipo Sexo en Nueva York. Ni siquiera su avispada mamá, Laura, pudo salvarlas de su desastrosa actuación. Y después, bueno, está Laura. Cualquiera que, como yo, haya vivido en el sur, sabe del astuto acero del que está hecha la mujer sureña, que tiene práctica en el arte de aparentar docilidad. La aparición de Laura como mujer puntero de la campaña de Bush no supondrá ninguna sorpresa para Norman Mailer. Este verano, en Cape Cod, divirtió a sus amigos analizando una fotografía en grupo para una revista de los Bush y los Clinton tomada en la Casa Blanca en la presentación del retrato de Clinton. Según Mailer, Laura, que miraba con cierta admiración a Clinton, estaba pensando secretamente: "Vaya, qué guapo es este tío". Bush se dio cuenta de su mirada y se sentía incómodo. Y mientras se tomaba la foto, señaló Mailer, Hillary miraba fijamente hacia delante, pasando de su marido y de los Bush mientras planificaba mentalmente su futuro político.

Laura Bush tiene realmente una habilidad asombrosa para pronunciarse en contra de las células madre y el aborto y mantener al mismo tiempo su aspecto de moderada y, a pesar de sus excéntricas hijas, es la mejor baza de George W. Desgraciadamente, Teresa Heinz Kerry no le está haciendo ninguna competencia. Si, ella hace cosas maravillosas con la fundación Heinz, pero ahuyenta a la opinión pública. A los africanos no les gustó que afirmara que era afroamericana. Como hija de la clase alta portuguesa de Mozambique está considerada aquí como una colonialista privilegiada que se casó con uno de los hombres más ricos de Estados Unidos. (Resultaría muy útil que Teresa pudiera desenterrar un pariente que hubiera contribuido a poner fin a la dictadura portuguesa, en vez de cotorrear acerca de que su padre no podía votar). La campaña de Kerry parece carecer de oído musical. ¿Por qué va Kerry de acá para allá en un avión enorme en el que pone Heinz? ¿Por qué hace declaraciones políticas importantes desde la finca de la familia Heinz en vez de hacerlo en la residencia de los Kerry? El problema es que el derecho de Teresa a decir lo que piensa y a gritar a los periodistas no proviene de la carrera que haya hecho ella, sino de haberse casado con un hombre inmensamente rico. Parte del atractivo de Schwarzenegger está en que empezó como un pobre inmigrante. Mientras tanto, han detenido a cerca de 2.000 manifestantes.

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