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EL CONFLICTO DE CHECHENIA

Rusia culpa al terrorismo internacional y soslaya la causa separatista chechena

El presidente Putin se niega a negociar para poner fin al conflicto en la república caucásica

"El terrorismo internacional ha declarado una guerra a Rusia". Estas palabras, pronunciadas ayer por el ministro de Defensa, Serguéi Ivanov, resumen la posición del Kremlin ante la sangrienta ola de atentados que azota el país. Los dirigentes rusos se niegan a ver que el problema que afrontan ha sido causado por los independentistas que en Chechenia combaten a las tropas federales, y están categóricamente en desacuerdo con quienes opinan que sólo negociando con los separatistas se puede poner fin al conflicto. En 10 días Rusia ha sido golpeada por cuatro atentados.

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La oleada comenzó el martes 24 por la noche, cuando dos chechenas suicidas lograron abordar dos aviones, uno a Sochi y otro a Volgogrado, sin que en el aeropuerto moscovita de Domodédovo detectaran que llevaban explosivos. Las mujeres prepararon las bombas en los lavabos de los Túpolev y las hicieron explotar a bordo. Las aeronaves se estrellaron con sólo tres minutos de diferencia y causaron un total de 90 muertes.

A esa doble tragedia le siguió la explosión, ocurrida anteayer, junto a la boca de la estación Rízhskaya del metro moscovita. Una mujer se inmoló cuando se dio cuenta de que podría tener dificultades para entrar en el metro con su carga explosiva, ya que dos policías estaban pidiendo los documentos a las personas que les parecían sospechosas y exigiendo a algunos que mostraran sus bolsos. Diez muertos dejó la bomba, incluida la kamikaze. Por último, en estos momentos se desarrolla en Osetia del Norte una nueva tragedia.

Pero estos atentados son una continuación de los que se vienen cometiendo desde que comenzó la guerra contra la pequeña república norcaucásica separatista. Moscú, sin embargo, oficialmente considera que no se trata de actos cometidos por chechenos que persiguen determinados objetivos, sino del terrrorismo internacional, que ha declarado una guerra sin cuartel a Rusia. El Kremlin insiste en que la situación se está normalizando en la misma Chechenia, como lo demuestran las elecciones presidenciales celebradas allí el pasado domingo y que contaron con una alta participación: más del 85%.

Este hecho demostraría, según el presidente Vladímir Putin, que los chechenos han votado a favor de que su república forme parte indisoluble de Rusia. Putin ha advertido de que la integridad territorial del país es sagrada y que no negociará con los terroristas, término con que el Kremlin designa no sólo a los autores de atentados, sino también a todos los independentistas que combaten contra las fuerzas federales.

Curiosamente, la popularidad de Putin normalmente no se ve afectada por los sangrientos atentados. Ni siquiera el más mortífero de ellos, la toma del teatro de Dubrovka, de Moscú, consiguió hacer disminuir la confianza que los rusos tienen en su presidente. Y ello a pesar de que las muertes de prácticamente todas las 170 personas (41 guerrilleros y 129 espectadores) fueron causadas por el letal gas que los servicios especiales utilizaron, con el visto bueno del Kremlin, en la operación lanzada al tercer día para liberar a los 900 rehenes que había en el teatro moscovita.

Más aún, Putin condecoró, posteriormente, en una ceremonia secreta y de acuerdo a un decreto confidencial, a los organizadores del asalto y al químico responsable del mortífero gas. La única caída seria que ha habido en la popularidad del actual presidente no está relacionada con un atentado terrorista, sino con una tragedia naval: el hundimiento del submarino atómico Kursk, en el año 2000, cuando pereció toda su tripulación, compuesta por 118 marinos. Es muy probable, pues, que esta nueva ola de atentados tampoco haga mella en la popularidad de Putin.

Mientras tanto, en lo que respecta al atentado de anteayer en Moscú, los servicios secretos han determinado que el artefacto explosivo usado por la suicida en la boca del metro es idéntico al usado en tres atentados anteriores.

Imagen de televisión en la que un soldado ayuda a una niña a salir del colegio tomado por los terroristas.
Imagen de televisión en la que un soldado ayuda a una niña a salir del colegio tomado por los terroristas.REUTERS

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