La Diputación anuncia que renunciará a Gipuzkoarena si supone un 'pelotazo'
La Diputación de Guipúzcoa declinó ayer pronunciarse sobre las exigencias que ha planteado el Ayuntamiento de San Sebastián para la reforma del estadio de Anoeta. Lo hará cuando estudie a fondo toda la documentación que esperan recibir del consistorio donostiarra, afirmó el portavoz foral, Koldo Azkoitia. Esta institución se limitó a celebrar que "por fin se ha definido la postura oficial del Ayuntamiento. Ya era hora". "Después de seis meses desde la presentación del Gipuzkoarena, ahora hemos conocido por los medios de comunicación la opinión de Odón Elorza", dijo Azkoitia.
La Diputación se mantiene por el momento al margen del inesperado giro que ha adoptado el proyecto para ampliar el estadio que utiliza la Real Sociedad. No obstante, Azkoitia advirtió de que la institución foral "no participará en una operación que suponga un pelotazo urbanístico en suelo público para beneficiar a una empresa privada".Es la primera vez que la Diputación guipuzcoana reconoce abiertamente que la ampliación de Anoeta puede dar lugar a la especulación y al enriquecimiento de terceros. Cuando la Real presentó a comienzos de febrero su Gipuzkoarena, el diputado general, Joxe Joan González de Txabarri, lo calificó como "una buena oportunidad, en clave europea". En unas declaraciones recogidas en el boletín oficial del club, editado ex profeso para aquella ocasión, Txabarri admitió que "el proyecto presenta opciones sugerentes. Se pueden y deben encontrar fórmulas jurídicas que garanticen la operación para poder definir un plan de viabilidad económica que permita abordar el conjunto de la operación".
La operación, inicialmente concebida por la Real, perseguía tres finalidades: dotar al estadio con 10.000 nuevas localidades, acercar las gradas al terreno de juego eliminando las pistas de atletismo y financiar la obra con los aprovechamientos que se generaban en la nueva instalación (68.000 metros cuadrados de usos terciarios). Elorza acaba de enterrar este proyecto bautizado como Gipuzkoarena.
El consistorio ha establecido, punto por punto, las nuevas bases para acometer en el futuro cualquier intervención urbanística en el estadio. En primer lugar, la Real deberá justificar de forma fehaciente la necesidad de agrandar el graderío y presentar un plan de viabilidad económico-financiero. A partir de ahí, se abrirá un concurso público para adjudicar la obra, que tendrá que incorporar necesariamente mejoras en el miniestadio de atletismo y en el entorno de Anoeta: accesos, aparcamientos,...
Equipo en Primera
La Diputación no ha recibido aún esta documentación. Sólo dispone de una carta de dos folios remitida por la alcaldía, así como del proyecto modificado y rebajado del Gipuzkoarena que han tenido que rediseñar los arquitectos contratados por la Real. Azkoitia garantizó que el Consejo de Diputados estudiará ambas propuestas. Agregó que la institución foral es partidaria de "crear las condiciones necesarias para que Guipúzcoa tenga un equipo competitivo en Primera División".
Los grupos de la oposición en el consistorio donostiarra se sumaron a las críticas contra el alcalde por su tardanza en fijar su postura sobre Anoeta y por ocultar información. El edil del PNV Patxi Baztarrika manifestó que Elorza "ha demostrado una vez más que está acostumbrado a ningunear al resto de los grupos" por hacer públicas las nuevas exigencias del equipo de gobierno antes de plantearlas a los partidos. Ramón Gómez, del PP, lamentó que el regidor no haya creado una mesa de trabajo con todos los agentes implicados, aunque valoró las nuevas condiciones que ha impuesto el Ayuntamiento para abordar la ampliación del estadio.
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