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Las obras de la basílica de Armentia superan las 5.000 visitas

La visita a las obras de recuperación de la basílica de Armentia se ha convertido en uno de los atractivos imprescindibles del verano en Vitoria. Más de 5.000 personas han participado desde junio en las visitas guiadas que descubren las virtudes arquitectónicas e históricas de la que hasta hace unos meses era sólo una ermita románica más, ideal para celebrar bodas de postín. El trabajo del equipo dirigido por el arqueólogo Agustín Azkarate y el arquitecto Juan Ignacio Lasagabaster está permitiendo descubrir un templo fascinante, que fue la primera sede episcopal y catedral del País Vasco. El plan director de la restauración del templo concluirá en 2005.

Azkarate y Lasagabaster, con el patrocinio de la Caja Vital, han aplicado a la restauración de esta iglesia la misma fórmula que han desarrollado con éxito en la catedral vieja de Vitoria. Allí, en colaboración con el gerente Gonzalo Arroita, han conseguido además hacer rentable una restauración arquitectónica. En Armentia, el rendimiento crematístico ha pasado a un segundo plano: los trabajos arqueológicos y arquitectónicos tratan de recuperar, sobre todo, un pedazo de la memoria de la capital alavesa prácticamente desaparecido.

No en vano el proyecto se llama Ad Memoriam. Se trata de recuperar la historia de un templo que en 1776, prácticamente en ruinas, sufrió una remodelación que escondió por completo el porte de basílica románica que presentaba en el siglo XI, cuando era sede episcopal. A esta reforma por hacer de Armentia un templo más acogedor para los fieles le siguieron otras en siglos posteriores que terminaron por desfigurar la basílica original.

El recorrido se propone en las visitas descubre los muros románicos originales, el lugar donde estuvo el claustro, las posibles dependencias de los canónigos o indicios de un cimborrio que Azkarate ha comparado con el de Iratxe.

En el itinerario no faltan una visita a las excavaciones exteriores, donde se han hallado restos de enterramientos humanos, ni la explicación de cómo fue la portada del templo, hoy totalmente fragmentada, problema que trae de cabeza a los historiadores.

Las visitas, que duran 45 minutos, tienen los siguientes horarios: de lunes a viernes, de 10.00 a 14.00; los sábados, de de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 21.00, y los domingos y festivos de 10.00 a 12.00 y de 16.00 a 21.00. Su precio asciende a tres euros (un euro con las tarjetas de la Vital) y se pueden reservar en el teléfono 945 139 651 o en la web www.cajavital.es.

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