La regularización de inmigrantes

En relación con la noticia difundida por la secretaria de Estado para la Imigración, Consuelo Rumi, acerca de regularizar la situación de los inmigrantes que carecen de permisos de residencia en nuestro país aportando el empresario el correspondiente contrato de trabajo, desearía hacerle los siguientes comentarios.

Que los trabajadores inmigrantes "sin papeles" sufren en su mayoría una explotación laboral por parte de empresarios desaprensivos que se aprovechan de su situación, es una realidad que,aunque de sobra conocida, conviene recordar. A la percepción de bajos salarios se unen habitualmente unas jornadas agotadoras de trabajo, unas condiciones pésimas y una vivienda compartida con otros compañeros de infortunio, donde se hacinan sin las mínimas condiciones de habitabilidad e higiene; es decir, una verdadera explotación laboral que los inmigrantes soportan porque no tienen otra alternativa.

A ello hay que añadir que no pueden regresar a su país de origen para ver a su familia porque corren el riesgo de no poder volver a entrar; y que se desplazan muy limitadamente de su entorno por miedo a que la policía les pida la documentación y los extradite a su país. Por lo que yo conozco, muchos de estos empresarios no tienen intención de regularizar estas situaciones porque saben, por experiencia propia o de otros, que una vez regularizada la situación laboral del inmigrante, éste acostumbra a abandonar inmediatamente a su benefactor buscando empleos más rentables.

Por eso creo que cargar únicamente sobre este tipo de empresario la responsabilidad de tramitar el contrato de trabajo del inmigrante a su cargo, para obtener el permiso de trabajo, es una medida de escasa efectividad práctica, ya que será muy limitado el número de los que opten por esta solución, arriesgándose o bien a perder al trabajador, o a mejorarle sustancialmente su situación económica y laboral para retenerle.

Quizás y con la intención de ayudar a solucionar el problema, se debería también dar la opción al propio inmigrante de denunciar su dramática situación ante las autoridades laborales, y de este modo conseguir regularizar su situación.