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Dimite un asesor de Bush por ayudar en la 'guerra sucia' contra Kerry

El vicepresidente Cheney se declara contrario a que se prohíba el matrimonio homosexual

La coordinación entre el cuartel general de George W. Bush y los Veteranos de las Lanchas Rápidas por la Verdad -el grupo que ha lanzado dos destructivos anuncios contra el historial del demócrata John Kerry en Vietnam- se hizo ayer evidente con la dimisión del abogado Benjamin Ginsberg, que compatibilizaba su trabajo en la campaña con la asesoría a los veteranos. Es el segundo vínculo de unión con los republicanos de este grupo, que se financió en parte con las aportaciones de un empresario tejano amigo de la familia Bush.

"He decidido dimitir de mi puesto de asesor nacional de la campaña para garantizar que mis consejos legales a los militares veteranos condecorados, proporcionados en un marco absolutamente legal, no son un elemento de distracción de los auténticos problemas en los que tanto usted como el país deben concentrarse", escribió Ginsberg al presidente en la carta de dimisión. El abogado explicó que los veteranos le pidieron ayuda y que él se la dio como se la hubiera dado a cualquiera, y que aún no ha decidido si va a pasarles la minuta. Es una ironía que Ginsberg hable de "distracción de los auténticos problemas" refiriéndose a su doble y secreta militancia, cuando la polémica sobre el pasado de Kerry que él, como asesor legal de los Veteranos por la Verdad, ha sido una gigantesca distracción de otros asuntos que deberían estar en el centro de la campaña.

Kerry acusó a la Casa Blanca de encargar el trabajo sucio a grupos como el de los Veteranos por la Verdad, que se acogen a las normas de la sección 527 del código fiscal, según las cuales pueden recaudar y gastar dinero en campañas políticas siempre que no se coordinen con las direcciones de los partidos. El equipo de Bush negó tener conexiones con ellos, pero el sábado pasado presentó su dimisión de la campaña el coronel retirado Ken Cordier, porque aparecía en uno de los anuncios en los que se cuestionaban los méritos de Kerry a la hora de ganar sus medallas y se le acusaba de traición a los veteranos por criticar la guerra hace 32 años ante el Congreso.

Posteriormente, Bush denunció de manera general la publicidad de los 527, incluido el de los Veteranos, y alabó el historial del candidato demócrata en Vietnam, pero el daño ya estaba hecho: los anuncios pusieron a Kerry a la defensiva, tuvo que dedicar millones de dólares a contrarrestar la campaña con testimonios de compañeros de batalla y su respaldo bajó entre los veteranos, porque la publicidad negativa sembró dudas.

El equipo de Bush asegura que no ha habido coordinación y que ninguno de los dos dimitidos había comunicado que colaborara con los Veteranos. Los demócratas tienen una red de grupos más amplia y mejor dotada, y los republicanos buscaban ayer algún caso de doble militancia -en la campaña y en los 527- para salir del apuro. Lo encontraron en Joe Sandler, otro abogado que trabaja para el Comité Nacional Demócrata y asesora a MoveOn.org, uno de los grupos que con más ferocidad ha hecho anuncios contra Bush.

En el escenario de la campaña, el otro elemento que ha agitado las aguas ha sido la declaración del vicepresidente, Dick Cheney, diciendo que no apoya personalmente la propuesta del presidente Bush de modificar la Constitución para que defina el matrimonio sólo como la unión entre un hombre y una mujer. Cheney, cuya hija Mary es lesbiana y trabaja activamente en el Partido Republicano, dijo: "Libertad significa libertad para todo el mundo. La gente tiene que tener libertad para mantener el tipo de relación que quiera". El vicepresidente añadió que la unión entre homosexuales debe ser regulada en los Estados, y que no es un asunto del Gobierno, aunque entiende que el presidente "formule las líneas políticas básicas".

El candidato demócrata John Kerry muestra dos guantes de boxeo durante un mitin en Filadelfia.
El candidato demócrata John Kerry muestra dos guantes de boxeo durante un mitin en Filadelfia.REUTERS

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