Afrontar las consecuencias

La imagen del botellón está muy vinculada a menores de edad bebiendo en grupo alcohol en las calles. Sin embargo, las cifras contradicen esta idea: sólo el 2,8% de las aproximadamente 5.000 sanciones tramitadas en 2004 por este motivo corresponden a menores, según datos recogidos por la Agencia Antidroga, dependiente de la Comunidad.

La responsabilidad de la infracción del menor recae sobre su padre o tutor a la hora de pagar la multa. Sin embargo, si padre e hijo muestran su consentimiento, el chaval tiene la posibilidad de evitar la multa asistiendo a la charla informativa que ofrece la Agencia Antidroga.

Si el menor no responde a las cartas certificadas en las que se le notifica la iniciación del expediente de sanción, como en cualquier otro caso semejante, se publica su nombre en Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCAM).

Este procedimiento se ha tenido que llevar a cabo en lo que va de año, según informa la Agencia Antidroga, en 10 ocasiones.

Si el trámite sigue adelante, el menor sigue sin contestar a los requerimientos y no se presenta a la charla informativa el día indicado, la sanción también pasará a la Consejería de Hacienda, que cobrará, por la vía de apremio y con recargo, los 300 euros.

Eso, sí, será el padre o el tutor el que abone o al que se le descuente el dinero de su cuenta bancaria.

La Memoria de 2003 del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid decía sobre este asunto que "deben ser los menores los que afronten las consecuencias de sus acciones", mediante las "charlas informativas".

Si bien el defensor del menor, Pedro Núñez Morgades, matizó ayer: "También es importante que todos, sobre todo los padres, nos responsabilicemos de las acciones de nuestros menores".