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La seguridad y la política exterior, primeras preocupaciones de los votantes

Si George W. Bush y John Kerry han elegido el terreno de la seguridad y la política internacional como uno de los principales campos de batalla de las elecciones que se celebrarán dentro de dos meses y medio no es por casualidad: dos sondeos recién elaborados por prestigiosas instituciones demoscópicas -Gallup y el Centro Independiente de Investigaciones Pew- confirman que la política exterior jugará un papel en las presidenciales como no había ocurrido en los últimos 30 años.

La situación económica sigue siendo importante, pero tiene repercusiones distintas, como corresponde a un crecimiento relativamente sostenido que, sin embargo, no crea empleo en ciertos Estados. Lo que está en la primera fila son las complicaciones sin fin de la situación en Irak y las amenazas de Al Qaeda.

Según el Pew Center, el 41% de los norteamericanos creen que los problemas más importantes son Irak y la guerra contra el terrorismo; un distante 26% cita la economía. Hace 16 meses, la situación era la inversa: la prioridad del 41% era la economía, frente al 29% de la política internacional.

En el análisis que Gallup hace de los temas dominantes en las presidenciales comprendidas entre 1948 y el 2004 se advierte de que, desde la posguerra mundial hasta la crisis de Vietnam, los asuntos internacionales mandan sobre los nacionales. Pero desde 1976 hasta el 2000 ocurre lo contrario: la economía y el empleo se convierten en el centro de la atención, especialmente en 1992, el año de la primera victoria de Bill Clinton frente a Bush padre, que había ganado en 1991 la primera guerra del Golfo. En aquellas elecciones, la diferencia entre el interés por los asuntos nacionales sobre los internacionales fue de 18 a 1.

¿Cómo repercutirá en un electorado tan dividido como el actual el factor predominante de la política internacional? Bush recibe calificaciones altas cuando se pregunta sobre la lucha contra el terrorismo, pero Kerry gana en apoyos sobre la capacidad en política exterior. En los grandes bloques de convencidos, la repercusión es escasa, indica el sondeo del Pew Center: el 82% de los republicanos dicen que Irak ha sido positivo en la guerra contra el terror, mientras que el 74% de los demócratas creen lo contrario. Para 9 de cada 10 simpatizantes de Kerry, Bush no tiene un plan claro en Irak, pero 8 de cada 10 votantes de Bush opinan al revés.

Según el Consejo de Asuntos Exteriores, que ha colaborado con el Pew Center en el sondeo, donde sí puede encontrar Kerry ventaja es entre los indecisos, "que dan más importancia al refuerzo de la ONU y a que mejore la relación de Estados Unidos con sus aliados".

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