La Generalitat autoriza una central térmica en el puerto de Barcelona

El Gobierno catalán ha autorizado inicialmente a Gas Natural la instalción de una central térmica de ciclo combinado en el puerto de Barcelona, confirmó ayer la compañía gasista. Se trata, no obstante, de una autorización provisional, puesto que la Administración catalana emitirá su decisión definitiva después del 15 de septiembre, tras finalizar el periodo de información pública.

Durante este plazo, los organismos implicados en el proyecto tendrán la posibilidad de realizar sus observaciones, aunque de todos modos la aprobación definitiva del proyecto, presentado en el mes de julio de 2003, depende en última instancia del Gobierno central.

Greenpeace ha denunciado la autorización, comunicada esta semana por el Departamento de Medio Ambiente y Vivienda a la organización ecologista a pesar de sus alegaciones, al entender que el Gobierno tripartito incumple su promesa electoral de un plan energético para Cataluña coherente con el Protocolo de Kioto.

La central de ciclo combinado -sistema de generación de electricidad a base de gas y vapor de agua- que proyecta construir Gas Natural en el puerto de Barcelona es de 800 megavatios y podría suponer una inversión de unos 360 millones de euros.

La construcción de la central se enmarca en el Plan de la Energía de Cataluña para 2010, elaborado por el anterior Ejecutivo, que establece la necesidad de construir un mínimo de siete centrales de cinclo combinado hasta ese año. El plan también proyecta que la compañía gasista levante otra central de caracterísitcas similares en la Plana del Vent, muy cerca de la central nuclear de Vandellòs (Baix Camp).

Según indica Greenpeace en un comunicado, las alegaciones se basan en las afectaciones medioambientales y sobre la salud de los habitantes de la capital catalana. Asimismo, el responsable de energía de Greenpeace, Emilio Rull, añade que "el Ayuntamiento de Barcelona está proyectando un modelo de ciudad insostenible en el que el aprovechamiento de las energías renovables y el fomento del ahorro y la eficiencia son meramente testimoniales".

A su juicio, los inconvenientes de esta central propuesta por Gas Natural consisten en el posible incremento de emisión de más de 2,6 millones de toneladas de CO2 anualmente, principal gas de efecto invernadero, así como en la propagación de óxidos de nitrógeno, contaminante ambiental problemático para la ciudad de Barcelona.

Por otra parte, en las últimas semanas ha surgido un nuevo proyecto de central térmica de dos grupos de 400 Megavatios en Cubelles (Garraf), que se ha sumado a los 15 grupos previstos ya para el periodo comprendido entre 2002 y 2020. La apertura de todas estas centrales, enmarcadas en la Planificación Energética del anterior Gobierno del PP, podrían aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero un 58%, lo que dificultará el cumplimiento del compromiso de Kioto.

Según Rull, "Barcelona está siendo inundada de centrales térmicas que quemarán toneladas de combustibles fósiles, aumentando las emisiones y nuestra dependencia del exterior".