Yukos sufre una doble derrota en los tribunales rusos, que rechazan la suspensión del pago de la deuda fiscal
La petrolera Yukos, acosada por el fisco ruso, sufrió ayer un doble revés en su intento de evitar que el Estado siga cobrando inexorablemente la factura de 2.800 millones de euros, presentada a la compañía en concepto de impuestos impagados y penalizaciones del año 2000.
El tribunal de arbitraje de Moscú se negó a satisfacer el recurso por el que Yukos pretendía paralizar la acción de los agentes judiciales, que han recurrido a distintos métodos para cobrar la suma adeudada. Además, el tribunal rechazó la solicitud de la petrolera de utilizar un paquete de acciones (su participación del 20% de la compañía Sibneft) para saldar la deuda.
Yukos pretendía paralizar la acción de los agentes judiciales (un cuerpo especial del Ministerio de Justicia, encargado de hacer que se ejecuten las sentencias) hasta que los tribunales clarifiquen la situación legal de las acciones de sus tres principales filiales, Yuganskneftegaz, Samaraneftegaz y Tomskneft, actualmente embargadas. La compañía alega haber pagado de forma mayoritariamente voluntaria casi una cuarta parte de la deuda adquirida en 2000.
Esta cuenta pendiente es el resultado de una inspección del Ministerio de Hacienda, que en abril de este año acusó a Yukos de haber evadido impuestos utilizando para ello los regímenes fiscales especiales de algunas regiones de Rusia. Si se añaden las deudas de años posteriores, se calcula que la deuda total de Yukos con el fisco ruso puede ascender a más de 8.000 millones de euros.
Ante el tribunal de arbitraje de Moscú, los agentes judiciales del Gobierno reclamaron el derecho a decidir en qué orden proceden a confiscar las diferentes propiedades de Yukos. Los agentes explicaron que habían rechazado el paquete de Sibneft, valorado en cerca de 4.000 millones de dólares, por haber sido adquirido en una transacción invalidada posteriormente.
Según los agentes, el paquete ofrecido por Yukos es parte de la malograda fusión entre la petrolera y Sibneft que, de haber tenido éxito, hubiera producido en 2003 la cuarta compañía productora de petróleo del mundo.
Por si fuera poco, Yukos puede tener que pagar nuevas facturas por explotación ilegal de pozos de petróleo y tal vez tener que renunciar a la propiedad de éstos, si prospera el recurso de la fiscalía de la región de Janti-Mansisk, en Siberia, contra una decisión del tribunal de arbitraje local.
La fiscalía alega que Yuganskneftegaz, la principal filial de Yukos, ha causado al Estado perjuicios por valor de 288 millones de rublos (unos ocho millones de euros) al adquirir de forma irregular y explotar pozos rentables que habían sido perforados por cuenta del Estado. Yuganskneftegaz produce más del 60% del petróleo de Yukos y tenía el 71% de los depósitos de petróleo de la empresa.
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