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Reportaje:

Altadis, en caracteres cirílicos

La hispano-francesa compra con deuda el 80,7% de la tabaquera rusa Balkan Star por 147 millones

Standard & Poor's (S&P) ha situado bajo vigilancia negativa la calificación a largo plazo "A-" de la deuda de Altadis, aunque la mayoría de los analistas cree que sus últimas compras internacionales son coherentes con su estrategia y se han hecho a precios razonables.

La hispano-francesa, que acba de entrar en Italia en el negocio de distribución a través de su filial Logista, ha cerrado esta semana la compra del 80,75% de la tabaquera rusa Balkan Star por 147 millones. Una adquisición que puede extenderse a la totalidad de su capital; Altadis pretende comprar acciones a los minoritarios, lo que elevaría el importe final de la operación a unos 200 millones.

Altadis, que busca posicionarse con una compañía líder en el cuarto mercado mundial (ventas de 300.000 millones de cigarillos anuales), quiere financiar la operación con deuda. Dispone desde junio de 2003 de una línea de crédito por 2.400 millones para la compra de empresas, que le permitió cerrar ese año la compra de la marroquí Régie de Tabacs por 1.290 millones. Altadis ha confesado en varias ocasiones su disposición a endeudarse hasta el equivalente de 3,5 veces su ebitda para realizar compras, una cifra muy superior -unos 2.000 millones más- a su previsión de deuda para final de año.

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Una política que no convence a algunas agencias de calificación. "Nos preocupa que el apetito de Altadis por realizar adquisiciones financiadas con deuda, que contrarrestan los intentos por reducir el endeudamiento del grupo y rebajan su calidad crediticia, junto con su interés por complacer al accionista (al no realizar ampliaciones de capital), no sea compatible con una calificación "A-" a medio plazo", señala un analista de S&P.

Altadis, que ha pujado sin éxito en los últimos años por hacerse con grandes compañías europeas (la alemana Reemtsma, la austriaca Austra Tabak y la italiana ETI), sabe que su futuro está hipotecado en buena medida a su tamaño. Y también que la entrada en mercados emergentes, como Rusia y Marruecos, le va a permitir compensar un poco su excesiva dependencia de dos mercados muy maduros, el francés y el español.

Los sindicatos, pendientes de una reestructuración que va a suponer el cierre de centros y miles de bajas laborales, han visto en la compra de Balkan la confirmación a sus temores de que Altadis lo único que pretende con su nuevo plan industrial "es reducir su presencia" en sus dos mercados de origen para "afincarse en países donde la mano de obra es más barata y hay menos derechos sociales".

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