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VIOLENCIA EN IRAK

Irak reanuda la exportación de petróleo desde el sur

Bagdad

La reparación del oleoducto que fue saboteado por los insurgentes el pasado lunes en las cercanías de Basora, en el sur de Irak, y que alimenta la terminal en el golfo Pérsico, donde cargan el crudo los petroleros, concluyó en la madrugada de ayer, según anunció un portavoz de la Compañía de Petróleo del Sur (SOC). Ello permite la reanudación de la extracción del oro negro, producto vital para el desarrollo del país, ya que el crudo acapara el 90% de las exportaciones iraquíes y representa el 95% de los ingresos del Estado.

No obstante, sociedades navieras que operan en Irak aseguraron que las exportaciones se mantenían en un nivel muy bajo. Según portavoces de algunas de estas empresas citados por Reuters, los buques sólo cargaban a un ritmo que permitía alcanzar ayer 850.000 barriles, muy por debajo de los casi dos millones que se exportaban antes del atentado contra el oleoducto. La terminal del golfo puede cargar hasta 80.000 barriles por hora, es decir, 1.920.000 barriles diarios.

También en el norte del país, donde los insurgentes causaron destrozos en las conducciones petrolíferas, comienza a mejorar la situación. Anteayer, y después de varias semanas de inactividad, empezaron a realizarse pruebas de bombeo en el oleoducto que enlaza los campos de Kirkuk, 270 kilómetros al norte de Bagdad, con Ceyhan, en la costa del mediterráneo de Turquía. A través de este canal se transportaban 800.000 barriles cada día.

Lejísimos todavía queda el nivel de exportaciones que se alcanzaba antes de que la Coalición internacional encabezada por Estados Unidos invadiera Irak, en marzo de 2003. Entonces, el régimen de Sadam Husein, aunque sometido a las restricciones propias del Programa Petróleo por Alimentos impuesto por Naciones Unidas, vendía en el exterior más de tres millones de barriles.

Conscientes de la importancia que el crudo tiene para el Gobierno, los insurrectos se cebaron en el oleoducto Kirkuk-Ceyhan durante meses. Alrededor de un centenar de atentados afectaron a estas instalaciones desde el comienzo de la guerra. La reconstrucción de Irak depende casi exclusivamente de este sector, ya que la violencia ha impedido la inversión de miles de millones de dólares en proyectos de infraestructuras y la suspensión de planes o la retirada del país de infinidad de compañías.

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