Una exposición resume la evolución de las regatas de traineras desde hace 125 años
La muestra recoge en San Sebastián objetos y datos sobre este popular deporte
Hace 125 años, el Ayuntamiento donostiarra invitó a "las gentes de mar" de diversos puertos a participar en una competición de traineras enmarcada en las fiestas de verano. La respuesta fue positiva y, desde entonces, con muy pocos vacíos, la bahía de La Concha es escenario de unas regatas que permanecen "inmutables en lo esencial", pero que han evolucionado con la incorporación de innovaciones tecnológicas, físicas y organizativas, explica el escritor Rafael Aguirre Franco, quien ha plasmado este desarrollo en una exposición en la sala Kutxa del Boulevard de San Sebastián.
Relata Aguirre Franco (San Sebastián, 1937) que las competiciones de traineras de pesca se circunscribieron al ámbito popular y local hasta bien entrado el siglo XIX. Entonces, el eco de los desafíos entre tripulaciones representativas de diversas localidades, unido a que los ayuntamientos de Biarritz y Baiona programaban regatas durante las fiestas de verano, llevó al Consistorio de la capital guipuzcoana a organizar en 1879 la primera regata de La Concha. La cita fue el 8 de septiembre, día de la Virgen del Coro, patrona de la ciudad. Participaron tres tripulaciones y ganó la donostiarra patroneada por Juan Cruz Carril.
Desde aquella fecha, las regatas de La Concha se han celebrado en 108 ocasiones. Durante los primeros años no tuvieron continuidad, pues a pocas traineras les interesaba económicamente dejar de faenar para tomar parte en la competición. Tampoco se organizaron durante la Guerra Civil, según recuerda el escritor y ex director del Centro de Atracción y Turismo (CAT) de San Sebastián.
El caso es que 125 años después de aquella primera competición oficial en aguas donostiarras, las regatas de La Concha, que reúnen a miles de ciudadanos los dos primeros domingos de septiembre, siguen marcando el momento culminante de la temporada, como queda reflejado en los paneles que se muestran en la exposición Evolución de las regatas de traineras 1879-2004, comisariada por Aguirre Franco.
La muestra reserva un especial protagonismo a la disputada Bandera de La Concha, pero es en realidad un recorrido por la evolución que ha experimentado el mundo de las regatas de traineras, que a lo largo de los años, ha ido sumando competiciones en otras localidades y que ha vivido momentos de esplendor, pero también de crisis. Esta evolución no ha afectado a lo esencial de esta modalidad deportiva, pero sí ha dejado paso a innovaciones que han permitido mejorar el rendimiento de los remeros y el control de las carreras.
La exposición, que combina el material audiovisual y gráfico con maquetas, banderas y artilugios varios relacionados con las regatas, exhibe por ejemplo un antiguo remo, realizado con una sola pieza de madera de haya. Este tipo de remo, que podía llegar a pesar hasta cuatro kilos y medio, contrasta con los de última generación, mucho más ligeros y con mango extensible para adaptarse a la altura de cada remero. Algo parecido ha pasado con las embarcaciones, donde la madera ha ido poco a poco cediendo terreno al plástico, al poliéster y la fibra de vidrio, como la que luce la fracción central de la trainera expuesta.
Milésimas de segundo
Los avances tecnológicos se han dejado sentir asimismo a la hora de controlar el tiempo de las carreras. Atrás quedaron aquellos cronómetros de los años cincuenta capaces de medir los quintos de segundo. Ahora, la pantalla de videofinish hace más fácil el trabajo de jurados y árbitros, pues, "en caso de dudas, puede llegar a marcar hasta las milésimas", destaca el comisario de la muestra.
Con el paso del tiempo los remeros dejaron de ser exclusivamente pescadores y en la actualidad entran ya en el juego de las contrataciones. También ha variado el prototipo de estos deportistas. El hombre de musculatura muy desarrollada y estatura media ha dejado paso a otro más alto y con un tejido muscular que le permite una expansión más rápida y un esfuerzo más prolongado.
Las regatas de traineras son sinónimo de altas apuestas, como recoge la exposición, en la que tampoco falta la bandera que se llevará a casa el club que gane la competición de La Concha el próximo 12 de septiembre. Ese día precisamente cerrará sus puertas la muestra, que se completa con un catálogo.
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