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Maradona exige a la justicia que le deje marcharse de Argentina

El mejor Maradona de los últimos años, siempre lúcido pero más razonable, delgado, de aspecto saludable, está luchando ahora como nunca por la libertad de decidir como quiere vivir y morir. Su desesperado reclamo - "no estoy en coma, no soy ningún tarado, no estoy loco, ni inhabilitado, quiero ver al presidente, me quiero ir de aquí"-, retransmitido en altavoz por el médico personal, Alfredo Cahe, llegó a oídos del presidente argentino Néstor Kirchner, que se encontrará hoy con él.

Maradona exige que la justicia autorice al fin su salida del país. El ex capitán que llevó a Argentina de la mano a ganar la Copa del Mundo de fútbol en 1986, desea continuar el tratamiento de recuperación de su adicción a las drogas en Suiza y luego establecer su residencia definitiva en Cuba. En la clínica Del Parque, de Ituzaingo, en la periferia de Buenos Aires, adonde ingresó hace tres meses, Maradona logró rebajar más de quince kilos de peso, juega a las cartas con otros pacientes, ve la televisión y hasta se le oyó cantar unos tangos. Pero cuando cae la tarde, ahí, dentro de una de las dos habitaciones que ocupa y el tiempo queda suspendido en la niebla del invierno que cubre el parque, Diego no puede contener la bronca, la melancolía y la furia. Se resiste todavía el tratamiento compulsivo al que fue sometido para controlar su adicción a la cocaína, luego de sufrir una nueva crisis cardiaca y respiratoria que obligó a su ingreso, por segunda vez, en una unidad de cuidados intensivos el pasado abril. Los médicos admiten que "psicopatológicamente mantiene oposición verbal al tratamiento, pero lo acepta de hecho".

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El doctor Cahe comparte la indignación de su paciente, "porque está mucho mejor, hizo un gran esfuerzo y advierte que detrás de la inexplicable demora de los jueces, que ocultan el expediente y postergan las decisiones, está el interés económico de algunos abogados que asesoran a la familia y quieren seguir haciendo negocio con él".

El tribunal ante el que se presentaron en su momento los abogados de la familia, para evitar que se les acusara de una supuesta "privación ilegítima de la libertad", podría ahora declarar "incapaz, en un grado parcial" a Maradona y disponer medidas "en protección de la persona" que impedirían su salida del país.

El doctor Cahe sospecha de los intereses económicos "porque aunque parezca increíble, por la publicidad y todo lo demás, los jueces y los abogados quieren mantenerlo en la quinta donde Diego se alojó desde que llegó a Buenos Aires para crear ahí una comunidad terapéutica". Según él, "Diego no pretende nada ilegal, él sabe que el presidente Néstor Kirchner no puede influir sobre la decisión de los jueces, pero quiere que vea como está y que le escuchen". Si todo sale como espera, Maradona ingresará en la clínica suiza Alabardia para continuar una segunda etapa del tratamiento y desde allí se marchará a Cuba, que ya le concedió la carta de ciudadanía.

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