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CIEN DÍAS DE GOBIERNO DE CHAVES

2.500 millones para empezar

El acuerdo por el anterior sistema de financiación marca el arranque en el área económica

Alejandro Bolaños

Las consejerías que gestionan el núcleo de las competencias económicas de la Junta (Economía, Innovación y Empleo), han tenido un arranque dispar. Sus primeros cien días han estado marcados por el acuerdo con el Gobierno central para liquidar el anterior sistema de financiación autonómica por 2.500 millones de euros; y por la compleja definición de competencias en Empleo e Innovación, que han afrontado asuntos polémicos.

- Deberes hechos. José Antonio Griñán tenía como primer y casi único objetivo en sus primeros tres meses al frente de la Consejería de Economía lograr un acuerdo sobre la liquidación del anterior sistema de financiación, facilitado por la doble victoria electoral del PSOE en Andalucía y España. Tras intensas negociaciones, Griñán logró el acuerdo en la fecha comprometida por el presidente de la Junta, Manuel Chaves, una firma que por sí misma avala sus primeros tres meses.

El nuevo consejero de Economía apenas logró aumentar la cantidad que el PP ya se mostró dispuesto a pagar en campaña electoral (2.500 millones), antes de perder el Gobierno central, una cifra sensiblemente menor a la cuantificada por su predecesora, Magdalena Álvarez. Pero, a cambio, consiguió asegurarse un pago rápido de la cantidad adeudada: el Gobierno central decidió incluir como déficit de 2004 el pago de 2.500 millones a la Junta, que podrá consignar esta cantidad en los presupuestos autonómicos de 2005.

Griñán ya ha adelantado que optará por la prudencia para repartir este dinero extra: una parte importante se destinará a saldar deuda y pagos retrasados con proveedores. El resto irá a inversiones, pero se centrará en acelerar proyectos ya en marcha, para evitar abrir nuevas necesidades de gasto.

Al consejero le aguarda un otoño caliente. En materia presupuestaria, no sólo tiene que decidir como asignará los 2.500 millones, sino también se revelará si la Junta mantiene las exigencias de años anteriores al Gobierno sobre la asignación presupuestaria a Andalucía. Además, deberá cerrar el nuevo acuerdo de concertación.

En el resto de asuntos, Griñán ha tratado de enfriar el debate. Condicionó el pago de la deuda histórica y la creación de la agencia tributaria andaluza a las negociaciones del Consejo de Política Fiscal y Financiera. Y sobre las cajas de ahorros evitó cualquier polémica, a la espera de que el Gobierno culmine la devolución de Cajasur a la tutela autonómica y de que las cajas sevillanas avancen en su proceso de fusión.

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- Periodo de gracia. Hasta los partidos de la oposición son benignos en su juicio a los tres primeros meses de la consejería que dirigirá esta legislatura Francisco Vallejo. Y es que el enorme salto de la teoría a la práctica que supone unificar en una sola consejería las competencias de la Junta en Innovación, Universidad y Empresa implica un terremoto estructural casi imposible de aplacar en sólo 100 días. Aún así, Vallejo sabe que el periodo de gracia para calibrar una de las grandes apuestas del Ejecutivo andaluz esta legislatura no irá más allá de este año.

A lo que no ha podido escapar son a los consabidos problemas en la red eléctrica cuando llegan las altas temperaturas. A los apagones, Vallejo ha respondido con palabras más altas que sus predecesores, un nuevo programa de seguimiento de la situación de la red y, la habitual promesa de la compañía de aumentar las inversiones.

- El SAE, aún en la pista de despegue. A diferencia de Innovación, la nueva Consejería de Empleo arrancaba con competencias muy delimitadas y un equipo gestor muy similar al de pasadas legislaturas, encabezado por Antonio Fernández. Sin embargo, su inicio también ha sido complejo. La aprobación en Consejo de Gobierno del proyecto de Instituto Andaluz de Riesgos Laborales, que Fernández pretendía para estos primeros cien días, se ha visto postergada por la creación de una nueva dirección general de Seguridad Laboral. Y la constitución del comité de expertos que tiene que elaborar antes de fin de año el Libro Blanco con las recomendaciones para atajar la precariedad en el empleo se aprobó hace apenas dos semanas.

En cualquier caso, el objetivo básico de Fernández es lograr que el Servicio Andaluz de Empleo empiece a parecerse al proyecto diseñado por la Junta. Para ello, ha anunciado que se gastará 40 millones de euros más esta legislatura en aumentar sus recursos humanos y materiales. En otoño, un nuevo sistema informático debe agilizar la intermediación laboral.

En estos tres meses, el consejero ha tenido que afrontar también una polémica, la generada por la suspensión de las solicitudes de incentivos autonómicos al empleo durante un año, acordada junto a los agentes sociales. Ante las críticas de la oposición, Fernández ha defendido que era una medida necesaria para evaluar estos incentivos antes de la nueva concertación.

PP: abandono de reivindicaciones

"El reto del consejero de Economía está en los presupuestos de 2005", afirma Salvador Fuentes, portavoz parlamentario del PP en la materia. Hasta ahora, Fuentes sólo aprecia "un cambio de talante" con el nombramiento de José Antonio Griñán. El dirigente popular recuerda que el consejero no ha establecido aún ningún plan económico para los próximos años ni ha decidido como va a repartir los 2.500 millones del acuerdo de liquidación del anterior sistema de financiación. "El gran problema de Griñán va a ser el propio PSOE", mantiene Fuentes, quien recuerda que los socialistas han prometido una reforma fiscal, un nuevo sistema de financiación autonómica y deben negociar el nuevo marco financiero de la UE a partir de 2006. Además, afirma que Griñán está obligado a mantener las reivindicaciones económicas que hacía el PSOE andaluz al Gobierno central cuando estaba dirigido por el PP. Sobre Empleo e Innovación, Fuentes cree que están "paralizadas por el desbarajuste". Y se muestra muy crítico con la decisión de Empleo de suspender la admisión de solicitudes de incentivos al empleo, "una barbaridad sin explicación".

IU: Rebajas de la Junta a Zapatero

Pedro Vaquero, portavoz adjunto de la federación de izquierdas, reprocha a la Junta que firmase zanjar la liquidación del sistema de financiación autonómica por 2.500 millones de euros, "cuando el propio Gobierno andaluz había cifrado esa cantidad en 4.600 millones". Vaquero cree que el acuerdo de junio con la nueva Administración central, en manos ahora del PSOE, es una señal de lo que pasará en el resto de la legislatura. "Los socialistas vuelven a las andadas partidistas, van a estar siempre mirando de reojo a Madrid", afirma Vaquero, quien cree que el aplazamiento de la negociación sobre el pago de la deuda histórica es una muestra más de que "la Junta está de rebajas". Sobre la política de José Antonio Griñán en estos 100 primeros días, el portavoz parlamentario de IU la tacha de "continuista": "Sigue basada en empresas públicas que cuentan cada vez con más autonomía y menos transparencia". Con relación a Empleo e Innovación, Vaquero cree que la separación hasta el momento "sólo ha generado confusión" y critica que "les esté costando tanto arrancar". "Por ahora, están absorbidas por formalidades y cuestiones de organigrama".

PA: cambio de discurso

Los dirigentes andalucistas también reprochan a la Junta que en estos primeros cien días haya, en palabras de su portavoz de Economía, José Calvo, "cambiado radicalmente su discurso" respecto al Gobierno central por estar dirigido por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Calvo critica a la Consejería de Economía que "ni tan siquiera haya cuantificado la deuda histórica ni haya planteado un calendario de pago". Y acusa al Ejecutivo andaluz de "haber regalado a precio de saldo" la liquidiación del anterior sistema de financiación autonómica al firmarla por 2.500 millones y no por 4.600. En lo relativo a la nueva Consejería de Innovación, el parlamentario Ildefonso Dell' Olmo cree que "hay que darle un tiempo para que se ponga en marcha", aunque considera que los sucesivos apagones registrados este verano evidencian que "la segunda modernización tan pregonada está lejos de ser real". Por último, Antonio Moreno, portavoz del PA en asuntos laborales, reprocha a la Consejería de Empleo su "inactividad" y, sobre todo, su decisión de suspender las peticiones de incentivos al empleo.

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