Vecinos de L'Albufereta piden el cese de los vertidos de aguas fecales

Residentes de L'Albufereta -unas 500 personas, según la policía; cerca de un millar para la organización- se manifestaron al mediodía de ayer en protesta por los vertidos de aguas fecales que, cada verano, afectan a este valioso rincón del litoral alicantino. La rotura de un emisario motivó el cierre de la playa durante tres días la pasada semana. Los manifestantes exigen una solución definitiva a los vertidos.

Señor consejero, promesas, no; emisario, sí. Este era el contundente lema, dirigido al titular de Obras Públicas, de la pancarta que abría la manifestación de los residentes y veraneantes en L'Albufereta en protesta por el enésimo vertido de aguas residuales en la playa. Los manifestantes exigían así una solución definitiva a un problema de contaminación ambiental que sufren desde hace 15 años. Los vecinos consideran insuficiente y obsoleto el sistema de la red de aguas residuales y reclaman la construcción de un nuevo emisario submarino, de mayor capacidad y que evacue cuatro kilómetros mar adentro. El actual vierte a escasos 1.300 metros de la arena.

Los manifestantes, que expresaron su protesta a lo largo del puente de L'Albufereta por espacio de una hora, echaron en cara a la Administración el incumplimiento de sus promesas. "Cada año dicen que se ha de construir un nuevo emisario, pero la obra no empieza nunca y lo que sí sufrimos es un vertido cada verano", afirmó Luis Antonio Sirvent, de la asociación de vecinos.

El vertido de este verano se registró en la noche del martes, cuando la arena estaba tomada por grupos familiares. La avería, en este caso en el emisario terrestre que conduce las aguas desde la depuradora del monte Orgegia, no fue reparada hasta el jueves. Entonces se acordó abrir la playa, que fue cerrada a las dos horas por una segunda avería. La playa fue reabierta por fin el sábado.