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La Comunidad retira la tutela a una mujer cuyo hijo de 8 años intentó suicidarse con pastillas

La madre asegura que el chiquillo estaba bien con ella, y exige verlo y que se lo devuelvan

La Comunidad de Madrid ha decretado el "desamparo" de un niño de 8 años que intentó suicidarse el pasado 22 de junio tomándose nueve pastillas de Tranxilium. El menor, que vivía con su madre en una casa del Ayuntamiento de Madrid para mujeres desprotegidas, ingirió nueve pastillas de las que usa su progenitora, según confesó a los médicos. Al verle su madre, somnoliento, le preguntó qué le ocurría, a lo que el menor contestó: "Mamá, me quiero ir con Dios...". La madre dice que el chiquillo estaba bien con ella, y sigue sin tener claro que éste quisiera suicidarse.

La mujer llevó al chiquillo al hospital de La Princesa, donde los médicos le realizaron un lavado de estómago, "extrayéndole restos de comprimidos". "Al parecer", se indica en el parte médico, " existen problemas familiares: el niño vive con su madre en una casa de acogida y refiere problemas con un compañero de clase que le amenaza". El parte añade que "existe interacción negativa del niño con la madre".

Desde La Princesa, el menor fue trasladado al hospital del Niño Jesús, donde estuvo ingresado más de una semana. Los médicos le diagnosticaron "un trastorno adaptativo con ansiedad y depresión". El suceso fue comunicado al Instituto Madrileño del Menor y la Familia, de la Consejería de Servicios Sociales, y ésta, que ya sabía que el menor vivía con su madre en un centro de acogida regentado por monjas y llamado Virgen de la Almudena, decidió retirar la custodia. Y lo hizo el pasado 21 de julio mediante una resolución de urgencia. La Comunidad se hizo cargo del menor en el mismo hospital y lo llevó a un colegio de protección. A la madre no le dejan acercarse a él.

En la resolución que decreta del desamparo, la Comisión de Tutela del Menor hace un recorrido por el entorno familiar del niño, que estudia segundo de primaria, y concluye que el intento de suicidio obedece "a una negligencia grave de la madre en el cuidado del menor", ya que se tomó las pastillas aprovechando "una ausencia" de ella en el centro de acogida. Las pastillas se las prescribió a la madre un psiquiatra, siempre según la comisión, que agrega en su informe: "La madre procede de una familia desestructurada y con relaciones disfuncionales entre sus miembros. El padre falleció en un accidente. La madre se casó luego por conveniencia con un ciudadano chino, que reconoció al menor, a cambio de un beneficio económico. Pero en 2001 se divorció de él al no haber obtenido los beneficios previstos".

"Patología mental"

Desde entonces, y según la citada comisión, la madre, siempre acompañada del crío, "ha tenido continuos cambios de residencia y ciudad" y no acepta ayuda pese "al grave problema que presenta por su patología mental, que ella no reconoce". Añade la comisión que la madre, lejos de aceptar sus problemas, manifiesta que "existe un complot en su contra por parte de las instituciones", y justifica las ausencias del crío al colegio en "las dificultades que le crean otros escolares".

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La madre exige ahora que le devuelvan a su hijo. La vida de esta mujer no ha sido fácil desde el fallecimiento de su esposo. Aparte del crío de ocho años, tiene otras dos hijas. También ambas fueron tuteladas. Una de ellas, estando al amparo del Gobierno regional, se quedó embarazada, según la madre. "Me la quitaron para tutelarla y mire cómo la tutelaron: con sólo 16 años se quedó embarazada de un hombre de 40 años y se fue a vivir con él".

La otra hija, de 19 años, reside en Valencia. Apenas hay relación entre las hijas y la madre, que ahora está viviendo un calvario tras la separación de su hijo. En la cartera lleva una foto del niño. "Es una monería y me lo han quitado. Estoy desesperada, no me dejan hablar con él, no sé donde está: yo así no puedo vivir", dice, emocionada.

La madre y el crío vivían desde el pasado 20 de octubre en el centro Virgen de la Almudena. Vivían allí, bajo el amparo del Ayuntamiento de Madrid, después de que la madre perdiese, en extrañas circunstancias, el piso que le había adjudicado el Instituto Madrileño de la Vivienda. Cuenta la madre que ahora está de pleitos para recuperarlo. Según ella, su yerno, "el que está viviendo con mi hija, y ya tienen dos hijos, vendió la casa a unos marroquíes por 18.000 euros... y yo y mi hijo nos quedamos en la calle ".

Tras la extraña venta del piso, la madre, el menor y una de sus hijas, que entonces también vivía con ella y su hermano pequeño, se fueron a Valencia. Algún tiempo después, ella y el crío regresaron a Madrid. Durante meses vivieron en pensiones. "Fuimos a pedir ayuda y no nos la dieron; casi vivíamos en la calle. Finalmente, el Ayuntamiento les dio cobijo mientras se solventaba en los tribunales la extraña venta del piso de Ivima.

Cambio de residencia

El pasado viernes, el Ayuntamiento comunicó a la madre que debía abandonar la residencia Virgen de la Almudena e instalarse en el albergue de San Isidro. "Yo no quiero ir a ese albergue; me apartan de aquí para que no vea a mi hijo; además, el albergue de San Isidro es sólo para mujeres sin hijos".

La madre asegura que su hijo estaba muy bien con ella. Y sigue sin tener claro que haya querido suicidarse. "Los comprimidos que tenía en el estómago los había tomado porque estaba resfriado. Pero, en todo caso, si lo hizo, no fue porque estuviese mal conmigo, sino por miedo a un niño que también vive con su madre dentro de la casa de acogida y que no ha dejado de torturarle y amenazarle", enfatiza. "Quiero recuperar a mi niño: estoy siendo víctima de las argucias de la Administración para quitármelo".

Llorando, la madre concluye: "Todos mis problemas vienen a raíz de denunciar por malos tratos a un hombre con el que conviví: entraron los servicios sociales y empezaron quitándome a mis hijas, y ahora lo han hecho con mi hijo".

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