_
_
_
_

Bush defiende la alerta antiterrorista ante las críticas de oportunismo electoral

La malos datos económicos llevan a la Casa Blanca a poner en primer plano la seguridad

El presidente Bush justificó ayer el refuerzo de la seguridad, cuestionado por los que ven intención de explotación electoral, y dijo que no estaba entre sus planes dirigir al país como comandante en jefe. "Atravesamos una época peligrosa. Me gustaría que no lo fuera, no tener que ser un presidente de guerra. ¿Quién demonios quiere ser un presidente de guerra? Yo no. Pero así han venido dadas las cosas". Las elecciones se juegan en la seguridad nacional y la economía, y con datos de empleo tan flojos como los de ayer, la Casa Blanca pone el acento en la seguridad.

Más información
La soldado England pide que testifique el general Sánchez
Un nuevo 'bushismo'

"Las amenazas que tenemos delante son reales. Y cuando averiguamos que existen datos que lo confirman y que eso supone una amenaza para los norteamericanos, creo que tenemos la obligación de compartir la información con la gente". George W. Bush interrumpió su gira por el centro del país para hablar en Washington ante una convención de periodistas, a los que dijo: "Imaginen qué ocurriría si no compartiésemos esa información con la gente que trabaja en esos edificios [las sedes del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional en Washington, las del Citigroup y la Bolsa en Nueva York y la del grupo Prudencial en Newark] y ocurriera cualquier cosa. ¿Qué escribirían ustedes, en ese caso? ¿Qué dirían?".

Hace seis días, el Gobierno incrementó el nivel de alerta al código naranja, que equivale a elevado, y reveló que había amenazas específicas relacionadas con esos edificios. La información procedía en parte de datos de hace tres y cuatro años, pero la Administración aseguró que había otros muy recientes, que procedían de detenciones efectuadas en julio en Pakistán, que indicaban que las amenazas seguían en pie: "Hay más de una pista, más de una amenaza, y ésas son las razones que justificaron las decisiones tomadas", añadió el presidente, que volvió por la tarde a seguir la campaña en New Hampshire.

Bush tuvo ayer una pésima noticia con el empleo de julio, que sólo creó 32.000 puestos de trabajo. "Esta muestra de debilidad después de dos meses de creación de empleo prueba que el mercado de trabajo no está aún en la senda de una recuperación firme", en opinión de Heather Boushey, analista del Centro de Investigación Económica y Política. Si el empleo se mantiene así, Bush -que afirmó ayer que "el crecimiento económico es fuerte y lo será aún más"- no tiene más remedio que jugar a fondo la carta de la seguridad nacional.

En Washington, la vigilancia se mantiene reforzada en la Reserva Federal, el Departamento del Tesoro y las instituciones financieras internacionales. Al Capitolio no se puede aproximar ningún vehículo sin autorización especial. En Nueva York se suavizaron ayer las restricciones que controlaban la entrada de camiones, pero no los puntos de control en diversos lugares. El problema se agudizará dentro de tres semanas, cuando se celebre allí la Convención Republicana.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

En cuanto a las reacciones sobre la alerta, los demócratas no se han atrevido a expresar en voz alta ningún tipo de reserva, excepto Howard Dean, que no se juega nada y que fue el crítico más temprano de la política antiterrorista del Gobierno. Dean expresó su preocupación por el hecho de que "cada vez que ocurre algo que no es bueno para Bush, el presidente juega la misma carta, la del terrorismo. Y es imposible saber cuánto hay de real y cuánto de intención política".

El presidente George W. Bush, ayer en Washington en una convención de  periodistas.

 

/ ASSOCIATED PRESS
El presidente George W. Bush, ayer en Washington en una convención de periodistas. / ASSOCIATED PRESS

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_