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Reportaje:

Matrícula de amor

El joven que en el colegio tuvo dos hijos con su maestra dice que aún la ama y pide al juez que le permita ver a la mujer, puesta en libertad tras siete años de cárcel

El amor entre la ex maestra estadounidense Mary Kay Letourneau, de 42 años, y su ex alumno Vili Fualaau, de 21, parece haber obtenido la máxima nota tras la terrible prueba de selectividad que suponen los siete años que ella ha pasado en la cárcel condenada por "violación estatutaria" del muchacho, con el que tuvo dos hijas. El pasado miércoles Letourneau fue puesta en libertad, con la condición de que no estableciera "contacto" con su ex pupilo. Pero ayer éste, aprovechando que ya es mayor de edad, pidió al juez que revoque esa condición y consienta el reencuentro de la pareja.

"No puedo ser plenamente feliz sin ella", dijo Fualaau en una entrevista en el programa Today de la cadena de televisión NBC. "¿Aún la quieres?", le preguntaron. "La quiero", dijo él. "Fuimos separados sin opción".

El colegio les había unido. Letourneau tenía 34 años y Fualaau 13 cuando comenzaron su relación en Seattle. El marido de ella la denunció por abusar de un menor, logró el divorcio y se llevó a Alaska a los cuatro hijos. Kay fue a la cárcel embarazada de Vili, y meses después salió libre, con la condición de no acercarse al chico. Pero apenas 30 días después la pareja fue descubierta de madrugada en el coche de ella, y Letourneau fue sentenciada a cumplir la totalidad de la pena, siete años y medio. En la cárcel dio a luz a otra hija de Fualaau.

La historia fue explotada como culebrón en Estados Unidos, dando origen a varios libros y a un telefilme. Pero a juzgar por las primeras declaraciones de Vili ayer tras conocer que Kay quedaba en libertad, todo está lejos de haber terminado. "¿Qué puedo decir? ¿Seré el primero en abrazarla y en decir algo bonito, algo romántico? ¿Será ella quien corra hacia mí? ¿Quién correrá hacia quién?", se interrogó Fualaau ante las cámaras. "Deseo verla y saber si todavía es la misma persona de la que me enamoré".

El joven manifestó que se da cuenta de que mucha gente juzga con cinismo semejante historia de amor, y confesó que a menudo la gente le empuja a que se busque chicas de su edad. "La verdad es que otras relaciones no me han hecho feliz", expresa. En la NBC le emplazaron a sopesar si la relación con Kay le había merecido la pena. "Aún no lo sé", contestó Vili. "Todavía tienen que pasar cosas".

Las hijas de Vili y Kay están bajo custodia de la madre de ella, y visitaban dos veces al mes a la reclusa. También los cuatro hijos que tuvo con su marido la han visto con regularidad.

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