Expediente a Mazarrón por verter aguas residuales al mar
La depuradora es insuficiente cuando llegan los turistas
La Confederación Hidrográfica del Segura ha denunciado al Ayuntamiento de Mazarrón (Murcia) y le ha abierto un expediente por verter aguas residuales del Puerto de Mazarrón a la costa sin tratarlas. También ha denunciado la instalación de tres balsas de residuos en la rambla de Las Moreras, entre las playas de Bolnuevo y el Castellar, una zona en la que es ilegal construir diques por motivos de seguridad.
La denuncia de la Confederación Hidrográfica del Segura se presentó ante la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Murcia porque el vertido de aguas residuales del Puerto al mar puede suponer un peligro para la salud pública.
Además, Manuel Aldeguer, comisario de aguas de la Confederación del Segura, denunció la construcción de tres balsas que contienen aguas negras en la rambla de Las Moreras, un lecho natural por el que bajan las aguas de lluvia. Las balsas son ilegales y su posible recrecimiento sería un peligro ya que están entre dos playas muy frecuentadas por bañistas: Bolnuevo y Castellar. Precisamente en esta rambla fallecieron en septiembre de 1989 dos mujeres en una riada.
El municipio de Mazarrón, con unos 20.000 habitantes en invierno multiplica su población en verano: el Ayuntamiento prevé recibir a 200.000 veraneantes. Posee una depuradora que en el periodo estival no es suficiente para limpiar las aguas. Por eso se construyeron en la rambla esas balsas, de manera ilegal, y a ellas se vierte las aguas negras con las que no puede la depuradora.
Los guardias fluviales de la Confederación del Segura consideran en su escrito, al que ha tenido acceso EL PAÍS, que la instalación de estas balsas "es muy peligrosa, especialmente en el levante español, donde las fuertes tormentas son un fenómeno habitual en verano".
En los últimos días de julio y ante la gran cantidad de residuos procedentes de Puerto de Mazarrón, las balsas amenazaban con desbordarse. El Ayuntamiento tuvo que aumentar la altura de los diques de las balsas, según consta en la denuncia de la Confederación. Para evitar que rebasasen, el consistorio también instaló unos tubos desde las balsas que desembocan en la rambla para expulsar las aguas negras. Éstas van a parar muy cerca de la playa de El Castellar, que tiene una bandera azul por la calidad de la zona de baño. Este vertido, junto a las filtraciones que sufre el propio terreno y la evaporación, ha hecho que el área donde desemboca la rambla esté inservible para el baño.
En otras zonas del municipio, como la playa de Rihuete, se han producido otros vertidos de aguas residuales directamente al mar, tal y como han indicado testigos presenciales.
La Comisaría de Aguas del Segura envió la semana pasada una carta al Ayuntamiento de Mazarrón en la que le solicitaba que acabase con los vertidos a las balsas de la rambla porque uno de los diques podría romperse definitivamente de seguir creciendo la presión. En la carta se exige que tome medidas "inmediatas" para evitar "posibles peligros".
El presidente de la Confederación del Segura, el socialista José Salvador Fuentes Zorita, asegura que se está atentando contra la salud pública porque los bañistas podrían sufrir pequeñas infecciones en la piel o problemas intestinales por tragar aguas en mal estado.
En el Gobierno regional murciano, gobernado por el PP, su consejero de Medio Ambiente, Francisco Marqués, mantiene que la denuncia de la Confederación del Segura tiene una finalidad política, porque Mazarrón está encabezado por un alcalde popular. Además, recuerda que la Confederación no tiene competencias en salud pública y rechaza que haya problemas en las playas de la localidad. El alcalde Francisco Blaya anunció, sin embargo, que dentro de dos meses se pondrá en marcha una depuradora nueva que acabará con los vertidos.
La consejera de Sanidad, María Teresa Herranz, aseguró que los últimos análisis del estado de las aguas de las playas demuestran que no hay ningún problema ambiental. En la confederación replican que basta con acudir a la costa para ver los vertidos y reiteran la exigencia al consistorio para que encuentre una solución inmediata.
10 años de chapuza
Hace 10 años, cuando la afluencia de turismo aún no era masiva en Mazarrón, se construyó la primera balsa que recogía las aguas que la depuradora no podía admitir. Aunque estaba instalada en un lugar inadecuado, las aguas residuales se evaporaban y filtraban rápidamente. La iniciativa surgió del gobierno local del momento, del PP. Según creció la afluencia de turismo, los consistorios de distintos colores construyeron dos balsas más. La decisión de instalar una nueva depuradora la tomó el gobierno PSOE-IU (1999-2003), pero la puesta en marcha se ha retrasado un año. El gobierno actual, del PP en coalición con un partido local, recuerda que los vertidos en la rambla de Las Moreras se producen desde hace más de 20 años, y que la situación actual "es heredada de las anteriores corporaciones", precisa la concejala de Medio Ambiente, Alicia Jiménez.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.