Un hombre mata de un disparo en Valencia a su mujer, que le acababa de denunciar

Mercedes Bueno, de 39 años, murió de un disparo en el pecho a las 20.15 del domingo en un camino de Picassent (Valencia). Su marido, José Cabrera, de 40 años, le quitó la vida con una escopeta de caza. La pareja tenía tres hijos y el invierno pasado inició los trámites de separación tras 20 años de matrimonio. Al cierre de esta edición, la Guardia Civil proseguía la búsqueda del parricida, que huyó tras cometer el crimen. La única denuncia que consta es la que presentó la mujer ante la Guardia Civil horas antes de morir. En ella aseguró que su ex marido la amenazaba.

Mercedes Bueno y sus tres hijos vivían en la casa familiar. José Cabrera no había aceptado la separación que su esposa decidió de forma definitiva el pasado diciembre. A raíz de eso, cortó con las relaciones con su entorno habitual. Meses atrás se instaló en una cabaña situada en una zona de huerta muy próxima a Picassent, localidad del área metropolitana de Valencia.

Ella, según testimonio de vecinos y familiares, relataba con asiduidad los episodios de amenazas y seguimientos de los que era objeto por parte de su ex pareja. El supuesto parricida convirtió en objetivo principal de cada uno de sus días saber qué hacía ella y con quién se relacionaba. Según Camila Bovi, cuñada de la víctima, "él la llamaba constantemente, se había presentado en la fábrica de tejidos en la que trabajaba, en casa de familiares, quería que ella volviera. Anunció que, si no lo hacía, la mataría, pero nadie lo tomó en cuenta porque era muy cobarde".

Mercedes Bueno pasó la jornada del domingo en el chalé de una amiga. El ex marido merodeó varias veces por las proximidades y sus amenazas hicieron que ella avisara a la Guardia Civil. A las 20.00, la mujer paseaba con su amiga por un camino cercano al chalé cuando apareció el parricida. José Cabrera hizo tres disparos contra la mujer, uno de los cuales la alcanzó en el pecho y resultó mortal, según la información facilitada por la Guardia Civil. El hombre echó a correr. Se perdió su rastro mientras efectivos de la Policía Local de Picassent y de la Guardia Civil acudían al lugar.

El titular del Juzgado número uno de Picassent se ha hecho cargo de las diligencias y ha decretado secreto el sumario. Aunque algunos familiares y vecinos aseguraron ayer que Mercedes Bueno habían presentado múltiples denuncias, la alcaldesa de la localidad, Concha García, precisó que no le constaban antecedentes de malos tratos ni denuncias. Sin embargo, la Guardia Civil de la localidad reconoció haber tramitado una el mismo día de la muerte. Según explicó ayer Félix Martín, presidente de la asociación de colombaires (adiestradores de palomos de competición) a la que pertenecía Cabrera, el hombre cambió mucho tras el inicio de los trámites de separación. "Le cambió el carácter. Saludaba, pero no conversaba con nadie. Se fue a vivir a la cabaña del barranco, bebía y vagaba por ahí. No era el mismo", dijo. También abandonó su afición a la colombofilia.

Los vecinos aseguran que Cabrera "perdió la cabeza cuando su mujer decidió separarse". Según fuentes de la investigación, cumplió con las medidas que se habían acordado en el trámite de separación.

Un centenar de personas acudió ayer tarde a una concentración para rechazar la violencia doméstica que convocó el Ayuntamiento de Picassent. Al cierre de esta edición, la Guardia Civil continuaba rastreando las zonas agrícolas cercanas a Picassent y vigilaba los domicilios de familiares a los que pudiera acudir el fugado. En lo que va de año al menos 40 mujeres han perdido la vida a manos de sus parejas o ex compañeros sentimentales. Mercedes Bueno es la sexta víctima mortal en la Comunidad Valenciana.

Por otra parte, la juez decretó ayer el ingreso en prisión de Edwin A. H., de 39 años, acusado de dar muerte de su esposa, Sandra Lorena Rendón, de 40 años, el pasado viernes en Las Torres de Cotillas (Murcia). El hombre se entregó posteriormente en Elche (Alicante).