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Las partes eluden la investigación del accidente de gas en Bélgica

Gabriela Cañas

Un tramo de 11 metros del gasoducto que estalló el viernes pasado en un polígono industrial de Bélgica es la pieza clave para investigar la causa del grave accidente que ha causado 17 muertos y 123 heridos. Este tramo de conducción, que voló a casi 200 metros del lugar de la explosión, se llevó ayer a un cuartel militar y su análisis podría arrojar luz sobre un dramático accidente cuya responsabilidad todas las partes parecen dispuestas a eludir mientras se abre el debate de las indemnizaciones.

Aunque hay una investigación judicial en marcha que promete ser prolongada, ayer seguía imponiéndose la primera tesis de que unas obras en el terreno bajo el cual discurre el gasoducto más importante del país habrían perforado la conducción provocando una grave fuga de gas natural previa a la explosión.

La empresa diamantera Diamond Board aseguró ayer, modificando en parte la primera versión que se ofreció a la opinión pública, que sus obras de acondicionamiento en el polígono industrial ya habían terminado hace semanas y que sus operarios siempre siguieron las normas de seguridad impuestas por la firma que gestiona el gasoducto. La cadena privada de televión RTL-TVI indicó, además, que los obreros que trabajaban en las instalaciones podrían formar parte de una subcontrata, lo que explicaría esta disparidad de datos.

También ayer, los bomberos señalaron que la primera llamada sobre la fuga de gas desde el polígono industrial de Ghislenghein se recibió pocos minutos después de las ocho de la mañana; es decir, casi una hora antes de la deflagración. Tiempo más que suficiente para haber evacuado la zona y evitar el dramático saldo de víctimas. Entre los 123 heridos hay 40 que se debatían ayer todavía entre la vida y la muerte.

El malestar es creciente entre el cuerpo de bomberos, al que pertenece la mayor parte de las víctimas (junto a trabajadores de Diamond Board). Muchos de ellos son voluntarios y se quejan de no estar preparados para los grandes accidentes. Ayer, uno de sus mandos afirmó que muchos están "dispuestos a salir a la calle" para protestar por sus condiciones de trabajo.

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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