Benaissa afirma que Rabat y Madrid están "ganando la batalla" de la inmigración ilegal

El ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Mohamed Benaissa, afirmó en la tarde de ayer que tanto su Gobierno como el español están "ganando la batalla" al problema de la inmigración irregular, al tiempo que calificó este asunto como "una plaga internacional".

Benaissa realizó estas declaraciones durante la visita que realiza su homólogo español, Miguel Angel Moratinos, a la localidad marroquí de Arcila, invitado por el propio ministro de Exteriores del reino alauí. "Cooperamos en esto", señaló en referencia a la inmigración clandestina.

"Hemos hablado de esto muchas veces. Cada uno está haciendo lo que puede. En Marruecos, su majestad el rey [Mohamed VI], inició muchas ideas, hay estructuras hispano-marroquíes vigilando el norte. Hacemos lo que podemos, pero esto es una plaga internacional", añadió el titular de Exteriores marroquí.

En la tarde de ayer se informó de que la frontera terrestre entre Melilla y Marruecos ha sido utilizada por el Ministerio del Interior español para repatriar, como es habitual desde hace algunos años, a 34 marroquíes que habían llegado en patera a Motril (Granada) el sábado.

Hoy está previsto que lleguen 14 más y mañana otros 30 magrebíes que habían sido interceptados ayer por la Guardia Civil cuando pretendían alcanzar en patera las costas de Andalucía, según informaron fuentes oficiales.

Más menores en Melilla

Pero las declaraciones optimistas de Benaissa contrastan con un incremento de los menores marroquíes encontrados en Melilla de la que dio cuenta, también ayer, un representante del Gobierno de la ciudad autónoma.

Un total de 15 adolescentes no acompañados accedieron ilegalmente a la ciudad autónoma por la frontera de Marruecos en la última semana, según informó el viceconsejero de Asuntos Sociales de Melilla, Hassan Driss. Según éste el total de menores acogidos en centros de la ciudad se eleva a 138.

Pese a que se ha registrado un aumento durante el mes de julio de la entrada ilegal de menores no acompañados por la frontera de la ciudad autónoma, el número de acogidos en los albergues y en el centro de La Purísima ha descendido y es ligeramente inferior al de hace algunas semanas, debido a que varios mayores de 16 años decidieron volver voluntariamente a su país, según la misma fuente.

La mayoría de los menores marroquíes que entran clandestinamente por la frontera de Beni Enzar lo hacen camuflados en vehículos (muchas veces jugándose la vida en los bajos de los camiones) o entre los porteadores de mercancías que se ganan la vida comprando electrodomésticos y otros enseres en Melilla y revendiéndolos en Marruecos.