Dura autocrítica del FMI sobre su papel en la crisis argentina

El Fondo Monetario Internacional (FMI) hizo ayer una seria autocrítica de la gestión de la crisis financiera de Argentina. El informe de la oficina auditora del organismo (OEI) revela que el FMI no supo anticipar la crisis, denuncia que los planes de contingencia fueron "insuficientes" y que el Directorio del Fondo no cumplió "cabalmente" con su responsabilidad ni supo utilizar los instrumentos de los que disponía.

El Fondo Monetario Internacional no supo presionar al Gobierno de Buenos Aires para aplicar los programas pactados para la resolución de su crisis. La crisis cambiaria argentina puso en cuestión el papel que había desempeñado el FMI en la solución de los choques monetarios de la última década.

Por este motivo, el organismo que dirige el español Rodrigo Rato quiere aprender de los errores del pasado y sacar enseñanzas para mejorar la política y los procedimientos operativos del Fondo. A partir de los documentos internos sobre las relaciones del FMI y Argentina entre 1991 y 2001, el OEI deja claro que "la crisis fue consecuencia de la incapacidad de las autoridades argentinas para adoptar las medidas correctivas con anticipación".

Pero a renglón seguido señala que el FMI no fue capaz de "alertar" con antelación sobre la creciente vulnerabilidad de las políticas escogidas por Buenos Aires. "En la supervisión se subestimó la vulnerabilidad que podía provocar el constante aumento de la deuda pública, en gran parte denominada en dólares y contraída en el exterior", señala el informe. A esto se le añade que el Fondo "cometió el error" de respaldar durante "demasiado" tiempo unas políticas que eran "inadecuadas".

La presión política se fue incrementando, con cambios sucesivos en el Ministerio de Economía y retoques en el programa. El FMI, continúa el OIE, no supo reaccionar ante esta situación ni tenía previsto un plan de contingencia o de salida cuando ya era "evidente" que las reformas estructurales convenidas no iban a ejecutarse y que la estrategia inicial "había fracasado". Esta espiral, según la oficina auditora, "destruyó" la confianza de los mercados.

Respaldo financiero

El Fondo optó por interrumpir de golpe, a final de 2001, su respaldo financiero a Argentina porque consideró que el programa pactado "se había desviado de su meta". La oficina auditora concluye, después de un año de investigación, que si el Fondo hubiese adoptado un cambio de estrategia antes y presionado al Gobierno argentino "se podrían haber mitigado algunos de los costos" porque "el deterioro de la economía habría sido menor", añade. El OEI reconoce que la solución "no era fácil" y que pudo existir "cierta posibilidad de éxito".

A partir de todo esto, la oficina auditora saca 10 lecciones y hace recomendaciones para resolver los fallos detectados en el proceso de toma de decisiones del Fondo con el objetivo de mejorar la capacidad de tutela y de manejo de crisis en el futuro. Entre las medidas que se proponen, el OEI recomienda que la supervisión haga hincapié en la "sostenibilidad del tipo de cambio y de la deuda a medio plazo", utilizando mejores instrumentos de evaluación y una perspectiva a largo plazo.

Además, se insiste en que el FMI debe disponer de una política de contingencia desde el momento en que se desata una crisis y señala que se deben establecer unos criterios para cambiar de estrategia cuando las políticas no son apropiadas.

En este sentido, el Fondo deberá abstenerse de iniciar programas de apoyo cuando existan graves obstáculos políticos que impidan aplicar las políticas o las reformas. Por último, se plantea que se refuerce el papel del Directorio. Sobre los pasos dados a partir de 2002, no se entra para no interferir en operaciones que están en fase de ejecución.