La huelga de grúas cumple tres días y amenaza la salida vacacional

La asociación vasca de grúas acudirá mañana a Madrid a una reunión para tratar la huelga que mantienen desde el martes y hasta el próximo 3 de agosto, en plena Operación Salida. La Asociación Vasca de Empresas de Auxilio en Carretera (Abeac) acude a la cita con la patronal de aseguradoras Unespa con pocas esperanzas, por lo que la ausencia de grúas para asistir a los automovilistas en Euskadi podría persistir. La Ertzaintza está retirando desde el martes los vehículos que obstaculizan el tráfico con sus grúas o con las municipales.

Normalmente las cerca de 350 grúas de asistencia en carretera existentes en el País Vasco recogen diariamente a cerca de 700 vehículos, según los datos de Abeac. Pero a partir de mañana, con la masiva salida vacacional, la cifra va a superar el millar, asegura la asociación de grúas, por lo que se complicará el inicio del tiempo de ocio de miles de conductores.

El conflicto radica en la exigencia de los empresarios de grúas de mejora de las tarifas impuestas por las compañías de seguros y, especialmente, la regulación del sector. Los profesionales afirman que cobran lo mismo "que hace 15 años" y que realizan jornadas laborales de 16 y 18 horas. "Nuestras empresas son ilegales, porque trabajamos fuera de la jornada estipulada", argumenta Joaquín Herrero, el presidente de Abeac. Su pretensión es conseguir una jornada "normal", lo que exigiría contratar a más trabajadores, y para ello piden pasar de la tarifa actual de entre 22 y 24 euros por un servicio urbano hasta los 50. "Sólo queremos cubrir costes, no ganar más dinero", explica.

Segundo paro

A finales de junio, las empresas de grúas asociadas a Abeac ya realizaron un paro durante tres días. Ésta es la segunda movilización, que ha sido secundada por todos los asociados -que representan al 85% del sector- y al resto de empresarios. Ahora existe un centenar de empresas en Euskadi -con una media de entre tres y cuatro grúas por compañía- que se dedican a a la asistencia en carretera, sin incluir a las encargadas del transporte de camiones y maquinaria pesada, que no se ven afectadas por el paro.

Esta segunda huelga ha llevado a las aseguradoras, que se agrupan en la asociación Unespa, a ofrecer una subida en las tarifas del 5%, que es considerada "totalmente insuficiente" por las empresas de grúas.

Unespa ha convocado para mañana, en Madrid, una reunión con Abeac para tratar de solucionar el conflicto. Sin embargo, la asociación de grúas vasca acude con pocas esperanzas. "La cosa esta mal, muy mal. Lo que quieran darnos no tiene que ver con lo que necesitamos", asegura Joaquín Herrero, quien señala que los 22 euros actual están incluso por debajo de lo que cobraban hace 15 años, "que eran 4.000 ó 5.000 pesetas" por un servicio urbano.

La patronal de las empresas de seguros ha mostrado su sorpresa por el paro, pese a que Abeac asegura que en mayo ya comunicaron su intención de convocar movilizaciones a todas las compañías aseguradoras y a Unespa. Ésta, que defiende formar una mesa de diálogo y exige la desconvocatoria del paro, ha reconocido el gran impacto de la protesta entre sus clientes. La mayor parte de los servicios a los conductores se relacionan con la asistencia en carretera.

Actuación de la Ertzaintza

De momento, la huelga no está ocasionando graves problemas de tráfico, según el Departamento de Interior. Un portavoz oficial aseguró ayer que la Ertzaintza se encarga de retirar de las carreteras sólo los coches que obstaculizan el tráfico. En tal caso, se desplazan al arcén, isletas u otras zonas cercanas a la calzada. En caso de que el vehículo quede en alguna de estas áreas, no se actúa. El portavoz aseguró que no disponen del número de vehículos que, desde el martes, se han desplazado por averías o accidentes.

Para esta labor, la Ertzaintza ha recurrido a sus grúas o a las de los ayuntamientos, aunque la actuación es menos rápida que la de los servicios habituales de asistencia en carretera. En el caso de camiones o maquinaria pesada, que afectarían en mayor medida al tráfico, las grúas funcionan con normalidad, ya que no participan en el conflicto.