Sadam Husein se dedica en la cárcel a la jardinería y a escribir poemas

Abatido y desmoralizado, el depuesto presidente iraquí Sadam Husein dedica su confinamiento solitario a escribir poemas, uno de ellos sobre George W. Bush, a la jardinería, la lectura del Corán y a comer galletas y magdalenas, según ha revelado el ministro iraquí de Derechos Humanos, Bajtiar Amin, en una entrevista que publicó ayer el diario británico The Guardian. Amin, que visitó el pasado sábado a Sadam, asegura que el ex dictador se encuentra detenido en una celda de muros blancos, con aire acondicionado, de tres metros de ancho y cuatro de largo.

"Se encuentra bien de salud y sus condiciones de confinamiento son buenas", relató el ministro al diario británico. Amin, que no llegó a hablar con Sadam, explicó que había ganado peso, después de haberse impuesto una dieta que le hizo perder cinco kilos, y que estaba siendo sometido a tratamiento ya que su presión sanguínea es elevada y padece una infección de próstata crónica, por la que recibe antibióticos, aunque no ha querido realizarse una biopsia.

El dictador pasa el tiempo leyendo libros como el Corán y escribiendo poemas, uno de ellos dedicado a Bush. "No tuve tiempo de leerlo", explicó Amin, un kurdo que ha pasado la mayor parte de su vida en el exilio y cuya familia sufrió la represión de Sadam. "Intenté controlar mis emociones, pero sinceramente tuve ganas de vomitar", dijo el ministro sobre su visita a la cárcel donde también están detenidos otros dirigentes del régimen.

Aislado del resto de los presos, Sadam dispone de unas tres horas diarias para realizar ejercicios físicos, que emplea en cuidar un pequeño jardín ubicado en un patio exterior de la cárcel. Según el ministro iraquí, "está cuidando de varios arbustos y plantas e, incluso, ha colocado un círculo de piedras blancas alrededor de una pequeña palmera". "Es curioso que el responsable de uno de los mayores ecocidios de todos los tiempos

[la destrucción de las marismas del sur del país] se preocupe ahora por su entorno natural", dijo el ministro.

Al igual que todos los presos de alta seguridad, la rutina alimentaria de Sadam comienza con un desayuno de 1.300 calorías -una ración del Ejército de EE UU-. Come caliente dos veces al día, con menús que pueden consistir en patatas o brócoli acompañados de pescado, ternera o pollo. De postre recibe fruta, aunque Sadam se ha aficionado a las galletas americanas y a las magdalenas conocidas con el nombre de muffins.

Sadam se encuentra bajo jurisdicción de las nuevas autoridades iraquíes, aunque su custodia sigue dependiendo de EE UU.