Interior no informó al juez del segundo coche hasta que comprobó que era del 11-M
El ministro investigará por qué el Skoda no fue detectado desde el 11 de marzo hasta el 13 de junio
El Ministerio del Interior no informó al juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo de la existencia de un segundo coche utilizado por los terroristas para transportar los explosivos del 11-M a Alcalá de Henares hasta que la policía estuvo segura de la vinculación del vehículo, un Skoda Fabia, con los atentados terroristas, según confirmó ayer el ministro del Interior, José Antonio Alonso. El ministro afirmó que investigará por qué hasta el 13 de junio no se descubrió este coche y explicó que la policía le pidió después que no informase del hallazgo para no interferir el buen curso de la investigación.
Alonso explicó que la existencia del vehículo en la calle del Infantado de Alcalá de Henares fue advertida por una vecina que el 13 de junio avisó a un policía de la zona de que el coche llevaba mucho tiempo aparcado sin moverse (desde el 11 de marzo).
La comisaría de Alcalá comprobó que el coche pertenecía a la compañía de alquiler de vehículos Hertz y que figuraba como sustraído a un ciudadano francés en Benidorm desde septiembre de 2003. Hasta ese momento, nada vinculaba al coche con los atentados del 11-M, salvo que estaba aparcado en la misma calle y a pocos metros de donde fue hallada la furgoneta Renault Kangoo utilizada por los terroristas para trasladar los explosivos la mañana del 11 de marzo.
Sin revisar el coche, la policía avisó a Hertz para que recogieran el vehículo y fueron los empleados de esta compañía los que descubrieron, cuando lavaban el coche, que en su interior había una agenda, una maleta y unas cintas, una de ellas en árabe.
El suicida desconocido
A partir de ese momento, el 19 de junio, intervinieron la Policía Científica y la Unidad Central de Inteligencia. Se hicieron comprobaciones y se analizaron los rastros genéticos, que, semanas más tarde, dieron como resultado que el Skoda había sido usado por el séptimo suicida de Leganés, que aún permanece sin identificar, y por uno de los supuestos terroristas que están siendo buscados, Mohamed Afalah.
También se tradujo una de las dos cintas encontradas, que contenía suras del Corán y llamamientos a la yihad y se pidió información a las autoridades francesas sobre la persona a la que le fue sustraído el coche.
En cuando se obtuvieron los resultados, fueron comunicados al juez instructor, según fuentes de Interior. Estas fuentes aseguran que el magistrado fue informado verbalmente el 19 de julio, y como éste solicitó un informe escrito para incorporarlo a la causa, la Comisaría General de Información remitió el dictamen solicitado el día 21.
Al mismo tiempo, la policía ha solicitado al magistrado nuevas diligencias de investigación de carácter reservado, en relación con estos hechos.
El ministro considera que desde que se descubrió la maleta, la policía actuó de manera "impecable", porque, agregó, "no se puede informar de datos que puedan comprometer la eficacia en la labor policial".
Sin embargo, el ministro aseguró que tratará de determinar por qué desde el 11 de marzo hasta el 13 de junio nadie detectó la presencia del Skoda robado en la calle del Infantado de Alcalá de Henares. El jueves, el ministro ofrecerá nuevos datos en el Congreso de los Diputados.
Lo cierto es que el coche fue robado a un francés en Benidorm seis meses antes del 11-M. Los terroristas debían de estar siguiendo al francés, pues primero en la playa le robaron una bolsa en la que guardaba las llaves del coche. Luego, ya con las llaves en su poder, se hicieron con el vehículo.
El francés denunció el robo y las autoridades francesas han acreditado que este ciudadano era un turista normal y corriente y que no tiene ninguna vinculación con los terroristas.
Más curioso es que el coche robado, al que los terroristas no le cambiaron las matrículas, fue multado por mal aparcamiento en 13 ocasiones en el Parque de las Avenidas de Madrid, siempre en horario comercial. Cinco de esas multas fueron puestas frente al mismo número de la Avenida de Bruselas, donde precisamente residía Jamal Ahmidan, El Chino y Mowgli, jefe de logística de la célula de Morata de Tajuña que cometió los atentados.
Mientras tanto, Mohamed Afalah sigue en paradero desconocido. Este marroquí de 28 años huyó de Madrid en un Volkswagen Golf, de color rojo, junto con Mohamed Belhadj tras la explosión del 3 de abril en el piso de la calle Carmen Martín Gaite, de Leganés, en la que se suicidaron siete de los presuntos terroristas. Su pista se pierde en Barcelona.
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